ASUNTOS MUNICIPALES
El Gobierno Diez desoye 17 denuncias por acoso laboral a dos trabajadoras
Ambas están de baja tras no recibir ayuda por la «persecución sistemática» en el servicio de Limpieza
El Ayuntamiento de León ha hecho oídos sordos nada menos que a los 17 escritos por «acoso laboral» y por «persecución sistemática» que han presentado en los últimos ocho meses dos mujeres que trabajan en el servicio municipal de Limpieza Viaria. Un silencio administrativo que se convierte en peculiar, porque el SOS lanzado por ambas empleadas está desde septiembre encima de la mesa tanto del concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete; como del edil de Régimen Interior, Vicente Canuria; la del coordinador de Área, Javier Herrero García; y la del propio gerente y jefe superior de Servicios, Diego González Martín.
Sin embargo, los escritos, que solicitan «tomar medidas urgentes» por parte del Ayuntamiento «encaminadas a que cese de forma inmediata esta situación de acoso», fueron cayendo sobre sus mesas como hojas de calendario, puesto que los incidentes comunicados en septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2022, y los de febrero y mayo de 2023, no generaron respuesta municipal alguna.
Desamparo
Ni siquiera se produjo una visita o una llamada de teléfono a las supuestas víctimas para ahondar en el asunto, que ha ido pasando de puntillas en el Ayuntamiento como si no existiera. Precisamente el desamparo en sus puestos de trabajo y la falta de soluciones ante las conductas «abusivas» y comunicadas a los superiores que les infligió, según señalan en sus escritos, un ayudante del servicio del turno de noche —a la sazón secretario general de USO—, y tres peones afiliados a ese sindicato, han desembocado en una situación de «estrés y ansiedad» para ambas empleadas, que culminó con su baja desde el pasado lunes.
Los escritos implorando al Ayuntamiento que actúe describen un panorama laboral «insostenible». Indican que se «sienten totalmente infravaloradas, perseguidas y aisladas, y que de una manera o de otra se impide o coacciona al resto de trabajadores que hablen con nosotras». También reconocen «la impotencia y desamparo» tras 8 meses y 17 escritos, porque el Ayuntamiento no adoptó «ninguna acción para solucionar nuestro problema». Un problema que plasmó en impedirles el acceso a la documentación para desempeñar su trabajo en el control del personal de Limpieza Viaria, del kilometraje de los vehículos, de las incidencias y siniestros, vacaciones, gestión de permisos, nóminas y transporte de residuos y basuras, entre otros. Es más, aseguran que esos peones entraron a su despacho en diversas ocasiones «con amenazas y órdenes para despreciar nuestro trabajo» e incluso para suplantarlas.
El único movimiento municipal que ha ‘despertado’ la cascada de escritos-denuncia de ambas mujeres se produjo el 26 de septiembre por parte del concejal de Personal, que comunicó a las afectadas que daba traslado al gerente Diego González de su documento para «la evacuación de las actuaciones materiales oportunas, relativas tanto a la investigación y comprobación de las conductas descritas y la adopción de las medidas organizativas pertinentes, a efectos de solventar el conflicto entre las partes». Desde esas escuetas palabras, silencio.
Fuentes del servicio de Limpieza aseguran que se ha convertido en «un avispero» con numerosas «irregularidades» por falta de control en una plantilla de 160 personas con 70 de ellas con movilidades. Se quejan de que la Administración «no ha iniciado siquiera un expediente informativo» como exige el protocolo.