Diario de León

TRIBUNALES

El acusado de abusar de una joven reconoció cuatro veces haberla forzado pero ahora lo niega en el juicio

El Ministerio Fiscal considera probada la versión de la víctima y propone para el sospechoso una pena de cinco años de prisión y seis de libertad vigilada

El acusado, a la derecha de la foto y a la izquierda estudiantes de 4º de Derecho de la Universidad de León. MÁZ

El acusado, a la derecha de la foto y a la izquierda estudiantes de 4º de Derecho de la Universidad de León. MÁZ

León

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El acusado de abusar de una joven en San Froilán de 2019 negó haber cometido los hechos que se le atribuyen, por los que ha sido juzgado esta mañana en la Audiencia. El fiscal le ha remarcado que hasta por cuatro veces reconoció los hechos durante la investigación y ha subrayado lo poco convincentes de sus explicaciones. Se enfrenta a una pena de cinco años de prisión.

De acuerdo al escrito de calificaciones provisionales, el procesado de 21 años de edad en el momento de los hechos y sin antecedentes penales, y la víctima, también de 21 años de edad, mantenían una relación de amistad desde hacía tres años. El día 5 de octubre del 2019 ambos salieron a tomar algo y, sobre las 3:00 horas de la madrugada del día 6, como en otras ocasiones, fueron al domicilio de la muchacha, sito en León, cenaron, vieron un rato la televisión y, después se acostaron en la cama de la adolescente, como lo habían hecho otras veces, de espaldas.

"Nunca le propuse mantener relaciones sexuales", aseguró el investigado. "No es verdad. Me cambié de ropa porque íbamos a bajar al centro de fiesta, declaró. "Yo creo que me ha denunciado porque se ha hecho amiga de mi exnovia.

Según el fiscal, a los veinte minutos, aproximadamente, de estar en la cama, el sospechoso con ánimo libidinoso, comenzó a pegarse a ella, le tocó los genitales y le cogió la mano derecha y la puso en su pene, lo cual la dejó paralizada paralizada, sin poder hablar ni reaccionar, ya que nunca había tenido relaciones sexuales con el procesado y, en diversas ocasiones, le había dejado claro, que esa no era relación que ella deseaba.

"Habíamos fumado algo de marihuana antes de volver a casa", señaló el sospechoso. "Dormimos en el mismo cuarto aunque había otros porque ella tenía terrores nocturnos", repuso.

El procesado, siempre según la versión de la Fiscalía volvió a dejar la mano de ella donde ésta la tenía y volvió a tocarla los genitales, sin recibir respuesta de ella, ya que continuaba muy rígida por la situación. Seguidamente el procesado la penetro vaginalmente, a continuación, él intento girarla hacia él sin conseguirlo, debido a que ella continuaba paralizada y rígida, y, volvió a penetrarla, poniéndose él boca arriba, y con la mano derecha sobre el cuello de ella sin apretarla.

"Recuerdo que en el Juzgado de Instrucción dije que tenía algo de sonamublismo y que pude penetrarla y abusar de ella, pero no sé por qué lo dije, estaba en shock", afirmó por contra esta mañana. "Dije en el juzgado que la había forzado por el shock del momento", dijo hoy. En la fase instructora llegó a reconocerlo hasta tres veces. "No me esperaba esa denuncia".

Después, siempre según la versión de Fiscalía, ella se apartó hacia la esquina de la cama, sin llegar a levantarse porque continuaba paralizada por la situación, y ya, por la mañana, ella salió de la habitación y mantuvo una conversación por WhatsApp con su amiga, a la que le contó lo sucedido y quien le aconsejo que se inventara una excusa y saliera del domicilio

No supo explicar tampoco por qué había restos biológicos de semen del procesado en los pantalones de la víctima: "Hay veces que a los hombres nos pasa eso sin explicación", dijo de forma poco convincente. "No hubo penetración", insistió.

La defensa del sospechoso trató de hacer ver las contradicciones: "La víctima nunca le mandó marchar de la habitación, el semen apareció en un pantalón largo aunque el acusado vestía un pantalón corto, pese a que manifestó varias veces haber penetrado a la víctima ahora no recuerda nada y no hubo ningún tipo de discusión esa noche ni ella le reprochó nada hasta que no pasaron unos días".

La víctima declaró protegida por un biombo y entre lágrimas: "Me paralizó pensar lo que me estaba haciendo porque era la última persona de quien podía esperar una cosa así. No podía ni reaccionar. No le reproché nada, solo quería que saliera de mi casa como fuera". 

 

Después de aquello “tuve que dejar el piso, Ya no soportaba vivir más allí. Tengo nueva pareja desde hace dos años pero me cuesta mucho mantener relaciones sexuales”.

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