Diario de León

Funcionarios de Villahierro «están en peligro de muerte por la reinserción»

Instituciones Penitenciarias renuncia a la reinserción por el márketing, según CC OO

Funcionarios de prisiones durante un acto de protesta tras las últimas agresiones que tuvieron lugar en el centro penitenciario de Villahierro. DL

Funcionarios de prisiones durante un acto de protesta tras las últimas agresiones que tuvieron lugar en el centro penitenciario de Villahierro. DL

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Los graves incidentes acaecidos en la prisión de León, «no son solamente una demostración de los riesgos que tiene para las personas y el servicio público, tomar decisiones equivocadas en una prisión, sino que convierte a los funcionarios en víctimas de estas decisiones, la mayoría de las veces en forma de agresiones », dice Comisiones Obreras.

Estos hechos « no son un hecho aislado o local, sino que responden a una dinámica de la actual gestión penitenciaria, que anuncia nuevos episodios graves , más agresiones, más posibilidades contra la seguridad de la prisión, la posibilidad de secuestro a directivos o incluso la muerte de algún funcionario».

La reinserción «es el principal y prioritario mandato constitucional para el servicio público penitenciario en España y, CC OO defiende que a ese objetivo deben de dirigirse los recursos y la actividad profesional en los centros penitenciarios», señala el ente sindical.

Apunte
«Estos hechos no son solamente una demostración de los riesgos que se plantean»

La política penitenciaria «debe de cumplir estos objetivos para la población penal, garantizando el acceso a este derecho a la totalidad de la población penal, siendo conscientes de que es un derecho y no una obligación, y que siempre habrá un porcentaje, muy reducido, de población penal que no desea la reinserción».

Los gestores penitenciarios «deben rendir cuentas, ante sus superiores jerárquicos, ante el legislativo y la ciudadanía, por lo tanto, tienen una especial motivación para presentar estadísticas favorables a su trabajo, estadísticas de una realidad que no siempre acompaña a sus intereses».

En torno a esa “necesidad” profesional y personal «se articulan las políticas públicas penitenciarias, que siempre, inevitablemente, tratan de destacar las bondades de sus actos. Pero en estos momentos asistimos a una exageración insostenible de la tendencia, convirtiendo a las estadísticas como esencia de la política penitenciaria con unos resultados lamentables y peligrosos».

Las órdenes para reducir las estadísticas de los primeros grados (es decir de los reclusos más conflictivos e inadaptados a la normal convivencia) y que se esté progresando en la clasificación penitenciaria a reclusos con nula evolución penitenciaria, que deberían continuar siendo primeros grados «porque siguen protagonizando la mayoría de los conflictos allá donde estén. A pesar de reiterar incidentes se les mantiene una clasificación más benigna para la que no se cumplen las mínimas condiciones de seguridad».

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