«Los vecinos compran sus propias farolas solares por falta de luces públicas»
Reconoce que están un poco a oscuras. «Falta iluminación, un alumbrado público que llevamos esperando 19-20 años para que se desarrolle la segunda fase y que obliga a que los vecinos que residen todo el año se compren sus propias farolas de panel solar para tener luz», señala este bombero de 62 años que ha ido remodelando piedra a piedra su viviendas desde hace 23 años.
También aprecia falta de urbanización en un pueblo con 18 censados donde concluye la carretera, ya que algunos viales aún son de tierra, pero la principal reivindicación pasa por las comunicaciones, ya que «si tienes autobús por la mañana, no lo tienes por la tarde y no puedes bajar a León en el que viene de Villablino». Precisamente la carretera de Caboalles «sufre mucho con el elevado tránsito de camiones que cogen el atajo La Magdalena-Riello para acceder a la A-6 en Brañuelas». En el siglo XXI, la fibra óptica de calidad constituiría una herramienta esencial, «y por ella esperamos. Han dicho que se va a poner ya y los rollos están por ahí tirados, pero no lo hemos visto aún y desconozco cuál acabará siendo el plazo».
En una localidad elevada, de inviernos fríos, pero con magníficas jornadas de sol, el día a día lo allana todavía poseer un vehículo propio, porque el panadero «viene los lunes y los jueves y cada quince días también se acerca una furgoneta de pescado y verduras», de modo que las compras hay que realizarlas fuera de una localidad casi pura, ya que no dispone de tienda o bar, pero sí de cancha deportiva y una fuente de agua con caño.
La naturaleza, el silencio que se puede respirar y una vida apacible son los grandes lujos, no obstante, de este pequeño pueblo de Omaña, a cuarenta minutos de la capital leonesa y a escasos kilómetros de Riello, Soto y Amío o Canales.