Villaquilambre ‘se tira al monte’ y consigue borrar 98 hectáreas de escombreras ilegales
La actuación se centró en 13 fincas de Nava, Castrillino y Canaleja con todo tipo de residuos, listas ahora para revegetar
Las zonas donde se actuó se rematan con una cubierta de tierra de 25 centímetros para su revegetación. DL
El abandono que sufrieron históricamente los montes de La Candamia, con acumulación en muchos de sus parajes de colchones usados, lavadoras, bolsas de basura y colillas, se trasladó a los montes vecinos de Villaquilambre y propició hace una década un inventario que llegó a identificar hasta 255 puntos de vertidos ilegales.
Ante el malestar vecinal por el crecimiento de focos incontrolados, el Ayuntamiento inició entonces un plan para eliminar esos basureros, principalmente, los que formaban una especie de cinturón en torno a las poblaciones, y ahora acaba de dar un golpe de efecto definitivo a los residuos arrojados en un entorno de casi 100 hectáreas (982. 172 metros cuadrados).
La Concejalía de Medioambiente, a través de la Agencia de Desarrollo Local, consiguió incluir parte de esa limpieza en un proyecto de restauración de la Junta dotado con medio millón de euros y actuó en 13 zonas situadas en las pedanías de Navatejera, Castrillino y Canaleja. Los operarios pudieron retirar los residuos que requerían su traslado a un gestor autorizado por se contaminantes, como las uralitas, mientras «regularizaron» y extendieron los escombros en las parcelas donde se habían depositado de forma ilegal para generar una superficie continua «que permitiera su integración en el entorno, la recogida y evacuación de aguas pluviales con una cuneta perimetral y el extendido de tierra que se cubre con material de 25 centímetros de espesor», explican.
Entre las trece fincas donde se centró la limpieza de vertederos destaca por sus dimensiones una ubicada en la parte posterior del polígono industrial del municipio que a lo largo de los últimos años acumuló varias toneladas de residuos a lo largo de sus más de 450.000 metros cuadrados de extensión. Esta parcela, ya había sido objeto de varias denuncias por parte del Seprona ante la acumulación progresiva de todo tipo de escombros.
«Tras los trabajos realizados a día de hoy ya no se percibe ningún resto de escombros y en la superficie de las parcelas está floreciendo de nuevo la naturaleza típica de la zona que comienza a albergar nueva vida en el monte bajo característico de nuestro municipio», aclara el responsable de Medio Ambiente, Ricardo de Dios.
El Ayuntamiento de Villaquilambre ya había convertido una escombrera ilegal de 2014 en un bosque, gracias al Programa Dual de Formación y Empleo Ecoterra II, en el que nueve alumnos y dos monitores se pusieron manos a la obra. Se trató «de una gota de agua en el mar porque, lamentablemente, los vertidos ilegales en los montes de Navatejera estaban a la orden del día», pero desde entonces se han multiplicado los esfuerzos por limpiar el entorno del municipio.
Ese trabajo se efectuó, además, con un carácter pedagógico, para que la gente viera cómo pueden y deben ser las cosas y sirviera de ejemplo antes de intensificar la vigilancia para evitar la oleada de vertidos o, al menos que no se hiciera de forma impune. Los escombros ocuparon 60 camiones y las basuras incontrolada y vertidas ilegalmente en ese monte se separaron en residuos sólidos urbanos, de demolición y construcción, para su tratamiento y reciclaje. La tierra se trabajó para recuperarla forestalmente y se plantaron 150 árboles de especies autóctonas. Así que «uno de los grandes lujos del municipio, que es tener la naturaleza casi a la puerta de casa» se ha sacudido de encima sus focos insalubres y con riesgo de incendio para disfrute de los vecinos».