Urnas en vacaciones: voto masivo por correo y el temor a la mesa
Por primera vez en la historia de la democracia, España va a votar en unas elecciones generales en plenas vacaciones de verano. Sólo una vez, en 2020 y debido a la pandemia, hubo comicios en fechas tan complicadas. Fueron las autonómicas de Galicia y Pais Vasco del 12 de julio de 2020 y la participación bajo 10 puntos.
El anuncio de Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales el 23 de julio, al margen de las cábalas políticas, va a tener una repercusión directa en los planes de millones de ciudadanos que ven imposible solo 55 días antes cambiar sus billetes y reservas familiares.
El 23-J, sí o sí, va a tener víctimas entre los veraneantes. Cerca de 180.000 ciudadanos formarán parte como titulares de las más de 60.000 mesas electorales que se montarán ese domingo, mientras que otros 360.000 serán convocados como suplementes, porque son llamados el doble que los titulares. Ellos no podrán estar en la playa ese día bajo amenaza de ser condenados por un delito electoral, castigado con una pena de prisión de 3 meses a 1 año o a una multa de 24 meses. Aunque hay motivos justificados recogidos por la Ley Electoral que te excusan de acudir a una mesa, un viaje no es excusa.
En total, 540.000 familias españolas van a ver trastocados sus planes estivales, al menos ese fin de semana, por los llamamientos obligatorios a las mesas. En cualquier caso, no van a poder anticiparse porque las juntas electorales de zona (JEZ) tiene hasta tres semanas antes para avisar a los ‘damnificados’, o sea que hasta inicios de julio pueden ser notificados. Más suerte tendrán los otros 35 millones y pico de votantes que podrán recurrir al voto por correo para asegurarse que ese domingo de julio no tendrán que pasárselo en un colegio electoral con la única ayuda de un abanico y un ventilador.
Nadie, ni en el Ministerio del Interior ni en Correos, duda de que los comicios de este julio van a batir todos los récords de sufragio postal, una práctica que está en constante aumento, especialmente durante la pandemia, pero que, sin embargo, vive sus peores momentos a cuentas de los escándalos de las tramas de compra de papeletas por correo en la ciudad de Melilla, la isla de La Gomera, Mojácar, en Almería, o Albudiete, en Murcia.
Con la convocatoria tan apurada, el plazo para solicitar el voto por Correo debería empezar de forma casi inmediata. Para las elecciones que acaban de celebrarse, el plazo para pedir el sufragio postal comenzó el 4 de abril, 54 días antes de las elecciones. Y solo faltan 55 días para el 23-J.