ENCUENTRO EN LEÓN
Los exministros Sebastián y García-Margallo, entre la complaciencia y los grandes retos como el desempleo
El economista y exministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, apuntó en el encuentro de Diálogos para el Desarrollo en León que la crisis energética ha finalizado, pese a que todavía se mantiene cierto nivel de inflación alimentaria, cuyo descenso pronostica cercano. El encuentro se produjo con el exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España, José Manuel García-Margallo. Los discursos pusieron el foco en dos puntos diferentes. Sebastián pronostícó con complacencia el final de la crisis energética mientras García-Margalló señaló el desempleo como el gran reto a afrontar en España.
“El impacto de la crisis de la pandemia claramente ha pasado, y la crisis provocada por la guerra de Ucrania, con un choque de oferta negativo para la economía, sobre todo en cuanto a costes energéticos, creo que ya se ha terminado, incluso antes de lo esperado, ya que el conflicto continúa, pero los precios del gas y petróleo están en niveles previos a la pandemia. Ahora nos queda pendiente el precio de los alimentos que, pese a ir con retraso, esa inflación alimentaria empezará a caer en los próximos meses”, señaló el exministro.
Sebastián señaló los fondos europeos Next Generation como un elemento que va a ser clave en los próximos años para la modernización del tejido productivo de España. Sin embargo, el exministro reconoció que para valorar su impacto real en la economía se necesita tiempo. “De los fondos Next Generation todavía no se conoce su impacto a largo plazo. Esto va a depender de cómo se traduzca en la modernización de determinados sectores. Es algo que va a llevar tiempo. En cuanto al papel de las pymes, se debería exigir a los grandes proyectos que incorporen un mínimo número de pequeñas y medianas empresas vinculadas al proyecto, que favorece su implantación en esos fondos”, afirmó.
Asimismo, el economista se mostró partícipe en retomar la agenda estructural, ya que reconoció que la confrontación entre China y Estados Unidos va a ir en aumento, lo que afectará tanto a España como a Europa, “ya que son dos socios muy importantes”, reflexionó. Sobre ello, Sebastián pronosticó que Europa debería tener un papel más neutral en ese conflicto.
Sobre la recuperación económica, el exministro de Industria advirtió que todo el mundo se ha equivocado con las previsiones, y que este mismo año va a ser mucho mejor de lo que se esperaba, vaticinando incluso que esta previsión desborde a la del Gobierno de España, con un crecimiento del 2,1%.
Además, reconoció que todavía se sigue notando el efecto rebote post pandémico y marcó los buenos datos del sector turístico como uno de los responsables de los datos positivos en materia económica.
García-Margallo
El encuentro organizado por Management Activo y patrocinado por Maphre Y Bankinter bajo el título ‘Nuevo ecosistema empresarial’, contó también con la participación del exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España, José Manuel García-Margallo.
El exministro reflexionó acerca de los alentadores datos económicos que se están pronosticando para el 2023, unas cifras que, aseguró, “muestran que no va a haber recesión económica, pero sí una ralentización del crecimiento, y hay ciertas dudas sobre la persistencia de la inflación, por lo que los datos nos dan esperanza”.
Sobre los males estructurales de la economía española, Margallo destacó el paro como uno de sus principales problemas, ya que aseguró que España es el país de la Unión Europea con una tasa de desempleo más elevada, siendo especialmente importante en los colectivos más vulnerables.
García-Margallo trató también sobre los retos de la economía española para la próxima década, situando la búsqueda de capital humano como uno de los principales retos a los que se enfrenta, un desafío que, aseveró, “se soluciona a través de la formación de las personas, de una educación que capacite a los individuos a tener un trabajo mejor retribuido para que sean más productivos”.
Por otra parte, el exministro de Asuntos Exteriores debatió sobre las empresas y señaló el tamaño de las pymes como un problema de competitividad frente a otras empresas en el ámbito internacional, lo que supone un problema en cuanto a la financiación bancaria y para afrontar los retos para una transición energética y digital, ya que, reconoce, al tener un volumen menor que en otros países, son menos competitivas y es más difícil que puedan cumplir con los esfuerzos de inversión y capacitación del personal que suponen.