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El coste de las bajas laborales se dispara a 90 M€ para la administración y 53 M€ para las empresas

Las incapacidades se multiplican por el envejecimiento y el atasco en Primaria y lastran la productividad pública y privada

Servicios administrativos y servicios en general son, junto con la industria, los sectores en los que se registra mayor número de bajas. DL

León

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Superados todos los efectos de la pandemia , el lastre de las bajas laborales sigue pesando en la productividad económica de la provincia muy por encima de la media. De hecho, lo hace de forma creciente.

Los factores que condicionan este ‘ absentismo ’ (que no lo es en términos reales pero sí supone una problemática ausencia del puesto de trabajo ) justificado en motivos de salud son numerosos. Unos tienen que ver con los problemas del envejecimiento poblacional, y ahí las dolencias son crecientes; y otros con la falta de recursos en la Atención Primaria sanitaria, que retrasan diagnósticos y tratamientos, y prolongan ausencias laborales traumáticas para las empresas. Y para el conjunto de la economía, el crecimiento y el empleo provincial.

Tras el pico de las bajas laborales justificado por los efectos de la pandemia, la normalidad no ha vuelto a la salud de las plantillas de las empresas públicas y privadas de la economía leonesa. De hecho en 2022 las bajas laborales por incapacidad temporal no sólo no se redujeron, sino que crecieron, según los datos que maneja la Federación Leonesa de Empresarios (Fele). Hasta el punto de que un 6,7% de la población ocupada, de los trabajadores en activo, faltó a su puesto de trabajo. «La tendencia que se aprecia en los primeros meses de 2023 es que esta situación está acentuándose».

Más de 8.000 en 2022

La suma de bajas es como si 8.090 empleados de la provincia no hubiera ido ningún día a trabajar

El caso es que, según los datos que maneja la patronal leonesa, 7 de cada 100 trabajadores de la provincia estuvieron el año pasado en situación de incapacidad temporal para desarrollar su empleo. En datos más claros, es como si 8.090 empleados de la provincia no hubieran acudido a lo largo de 2022 ningún día a su puesto de trabajo.

El número de jornadas perdidas suma así 10.787, y eso se traduce en un coste tanto para las arcas públicas como para las cuentas de las empresas privadas.

La Fele calcula que las prestaciones públicas que el año pasado se concedieron a los trabajadores que estuvieron de baja por incapacidad temporal (enfermedad o accidente, no se contabilizan aquí vacaciones ni festivos) sumaron alrededor de 90 millones de euros. A los que hay que sumar 53 millones de euros que las empresas tuvieron que aportar para cubrir estas bajas.

Jornadas perdidas

Los cálculos de la patronal apuntan que el año pasado se perdieron 10.787 jornadas en León

Desde la Fele reconocen que el envejecimiento de la población leonesa es determinante en este volumen de ‘absentismo’ por enfermedad, ya que no sólo las dolencias son más numerosas sino que los procesos de recuperación son más largos. Pero apuntan también a que el «cuello de botella» que implican las carencias de la Atención Primaria hacen estragos no sólo en la duración de los procesos de incapacidad, sino en la propia atención y recuperación de los ciudadanos y trabajadores. «Se trata de detectar cuanto antes las dolencias, y acelerar su curación. No es una cuestiñón meramente empresarial, es un asunto a analizar como sociedad».