La falta de profesionales hace mella y León alcanza el verano con un déficit de mil camareros

El verano es la época del turismo y del terraceo en bares y restaurantes. Los meses de calor la hostelería tira de las contrataciones para poder hacer frente al trabajo extra. Sin embargo, de cara a la nueva campaña estival el sector está sufriendo la falta de perfiles , tanto con experiencia como sin ella, sólo en León hacen falta un millar de camareros, mientras que son 50.000 los que se precisan a nivel nacional.

«La pandemia ha dejado al sector herido y, además del castigo del covid, ha sido muy criticado a pesar de que ahora es cuando mejores condiciones laborales se ofrecen», explica la gerente de la Asociación Hostelería de León, Paula Álvarez, quien añade que, además, después de la pandemia «la gente prefiere trabajar en otros sectores en los que se descansen los fines de semana y las vacaciones, el motivo no es tanto económico».

La problemática de la falta de personal, de momento, no ha provocado el cierre de ningún establecimiento, pero Álvarez si destaca que está haciendo mella. «No se puede sacar el máximo rendimiento a los locales, tanto a los bares como a los restaurantes por la falta de personal», así pone como ejemplo que en muchas cafeterías y bares esté colgado el cartel en el que se anuncia que no ha servicio de terraza o que los restaurantes no cojan todas las reservas que podrían asumir porque no tienen trabajadores suficientes para atender todas las mesas de las que disponen. «Muchos establecimientos no pueden ser rentables o ven afectados su atención al cliente», explica la responsable de Hostelería de León.

Álvarez incide que ya no se trata de una cuestión económica, ya que según el convenio de hostelería vigente, un ayudante de camarero cobra, incluyendo las tres pagas extra, un sueldo bruto de 1.350 euros, mientras que los englobados en la categoría de camareros perciben 1.580. «Hay falta de motivación», destaca Álvarez, para explicar que los empresarios ya buscan, más que un perfil concreto o con experiencia, trabajadores con «actitud».

«En la capital leonesa no hay tantos problemas como en otros puntos de la provincia porque la gente se niega a desplazarse», avanza la responsable de la asociación, en relación los problemas que están teniendo en localidades como Valencia de Don Juan o Valdevimbre. «El motivo no es económico», vuelve a incidir Paula Álvarez, quien añade que además de la falta de motivación y el hecho de que sea un sector muy estacional y de fines de semana añade que «hay que tener en cuenta la despoblación, por eso también cuesta encontrar trabajadores», no sin olvidar que no hace tanto «los universitarios aprovechaban el verano para trabajar en hostelería y sacarse un dinero y ahora prefieren irse de vacaciones».

Además, en la provincia sobrevuela también la amenaza de huelga lanzado por los sindicatos, que podría coincidir con las fiestas de San Juan y Pedro, para exigir la negociación del convenio colectivo.

«La pandemia, la despoblación, la reforma de la ley laboral... todo es un suma y sigue que está afectando al sector», resume la gerente de Hostelería de León, para remarcar que los empresarios «están haciendo verdaderos esfuerzos para organizar jornadas continuas y facilitar la conciliación a sus trabajadores» y es más, anima a aquellos trabajadores que vivan una situación ilegal a que denuncien, «si no está bien hay que demandarlo, porque estos empresarios están haciendo competencia desleal y desprestigiando al sector».