La UPL apura sus opciones para controlar el máximo poder en el área metropolitana

Mientras el Ayuntamiento de León y la Diputación Provincial quedan en el limbo, sin prisa por cerrar las negociaciones gracias al recurso de Vox en la vía contencioso administrativa que retrasa su constitución hasta mediados de julio, la UPL se apresta a hacerse fuerte en el área metropolitana. Con la gobernabilidad del San Andrés del Rabanedo ya garantizada, aunque en minoría, los leonesistas apuran las negociaciones para asaltar el poder en Villaquilambre. No sólo para entrar como socio en el equipo de gobierno, como le han ofrecido el PP y el PSOE, sino para forzar a los socialistas a que les den la Alcaldía en el Pleno de mañana. Si lo logran, cerrarían un cinturón de gobiernos alrededor de la capital leonesa, donde ya tienen el mando con mayoría absoluta en Sariegos y Villaturiel.

El mapa de la UPL asienta su primera chincheta en San Andrés del Rabanedo. El tercer ayuntamiento de la provincia tendrá como alcaldesa a Ana Fernández Caurel con sus cinco concejales adicionales como miembros del equipo de gobierno. Nadie más, después de que los contactos con el PP y el PSOE no hayan pasado de un trámite de cortesía en el que los leonesistas, con la fuerza de ser el partido más votado, ni siquiera se les hicieron el ofrecimiento de poder entrar como socios para garantizar la gobernabilidad del consistorio.

Los 6 concejales de la UPL no suman suficientes para sacar adelante los acuerdos en un salón de plenos de 21 asientos, lo que les llevará a tener que buscar apoyos puntuales para temas como los presupuestos, pero sí que sobran para bloquear el gobierno de cualquiera de los otros partidos. Sólo una alianza del PP, con sus 6 actas, y el PSOE, con 4, más un apoyo adicional de Podemos o Cs, les cerraría la puerta. Pero los leonesistas saben que la aritmética electoral, cebada con las líneas rojas del resto de los partidos, permiten que puedan conseguir la Alcaldía por descarte.

No sucede lo mismo en Villaquilambre. El reparto se presenta más diabólico en este ayuntamiento, donde el PP se presenta como el más votado y suma 5 concejales, el PSOE apunta otros 5 y Cs, Vive Villaquilambre, Vox y Podemos anotan uno cada uno. La atomización hace que los 3 actas de la UPL les coloquen como llave indispensable para cualquier acuerdo, salvo que se diera un entendimiento irrealizable entre populares y socialistas, cuyos líderes mantienen un enfrentamiento político y personal que supera incluso al que presentan las siglas.

El escenario coloca de mano a la UPL para negociar. En los encuentros mantenidos, los leonesistas han trasladado a los dos partidos mayoritarios su intención de obtener la Alcaldía. Ante esta oferta, el PP se ha negado en redondo. El alcalde actual, Manuel García, cuenta con la baza adicional de que, en caso de que no haya un acuerdo entre el resto, gobernaría en minoría, con el concurso como socios ya garantizados del concejal de Cs y el representante de Vive Villaquilambre. En ningún caso, como ha remarcado, está dispuesto a ceder el mando. Antes, pasará a la oposición.

El órdago cede la presión al PSOE. Jorge Pérez debe decidir si pesa más su interés de sacar a Manuel García de la Alcaldía, con el coste de entregársela al leonesista Vicente Álvarez, o su empeño en convertirse en regidor. Aunque intentará convencer al líder de la UPL de que sea teniente de alcalde y cierren el pacto con Podemos como tercera pata.

Sea cual sea el acuerdo tendrá que pasar hoy por el Consejo General de la UPL, citado a las 18.00 horas. El alcalde de Villaquilambre depende del dictamen del órgano asambleario leonesista.