Keane: "Necesitaremos los valores de Alfonso IX para enfrentarnos a los problemas de nuestro tiempo"
Ante un auditorio excepcional, formado por presidentes y representantes parlamentarios de medio millar de países internacionales, León encontró la reivindicación de las Cortes de 1188 en un verbo privilegiado. El profesor John Keane, autor de Vida y muerte de la democracia y uno de los impulsores del reconocimiento ante la Unesco, insistió en que la cita de San Isidoro promovida por Alfonso IX «se adelantó una generación" a las de 'Juan sin Tierra' en Inglaterra. «Ese jovencísimo monarca inventó una herramienta de gobierno que luego se llamarían Cortes, una de las primeras aportaciones valiosas de Europa al mundo de la democracia moderna», subrayó.
Keane incidió en que aquel «rey imberbe sorprendió a escépticos y enemigos» al llamar a «los hombres buenos adinerados respetados por su papel en los fueros». Su entrada junto a la nobleza y el clero, relató el estudioso, configuró un «triángulo medieval que representaba a los soldados, las almas y el dinero». La celebración de aquella curia regia en San Isidoro en la primavera de 1188 alentó la configuración de un «parlamento leonés que transformó el lenguaje de la política, pero que supuso un rechazo de la monarquía absoluta», describió el estudioso, debido a que «aceptaron la representación, pusieron en cuestión el poder arbitrario y ofrecieron la posibilidad de convertir los desacuerdos en acuerdos vinculantes en favor del bien común».
El profesor advirtió de que este nuevo modelo de gobierno, que «fue replicado por toda Europa», se enfrenta ahora a «fuerzas», como las «sucesivas mareas de descrédito a su reputación» y la «decadencia que desata desde dentro corrupciones», que «si no se abordan, terminarán por destruir los parlamentos».
Las Cortes, reseñó Keane, «prometían una nueva forma de gobernar», en la que «el juego limpio permitía alimentar acuerdos sin tener que recurrir al uso de la fuerza». «Redefinieron la política, alentaron la posibilidad de decirle al rey que se fuera a la porra», ironizó el estudioso, profesor de Política en la Universidad de Sydney y en el Wissenschaftszentrum Berlín, quien abundó en que «crearon un pueblo dotado de espina dorsal unido por la confianza en leyes que sancionaba el rey».
La lección magistral de Keane contrapuso estos avances, que «duraron varios siglos», con los retrocesos posteriores provocados por guerras y dictaduras, pero sobre todo se centró en alertar del peligro de la nueva «era de la democracia monitorizada».
En un extenso repaso a los problemas actuales, en los que cargó contra «los lobbies y las puertas giratorias» de corporaciones y grandes empresas, el profesor avisó de que «necesitaremos esos valores de Alfonso IX para enfrentarnos con justicia, valentía y paridad a los problemas de nuestro tiempo».