El parque móvil no apuesta al verde: un coche eléctrico por cada 120 sin etiqueta
La realidad económica lleva a los comerciantes del automóvil a pedir elevar a 65.000 euros el límite de ayudas
Los vehículos de cero emisiones apenas tienen demanda por ahora en León. DL
La gran burbuja de los coche de cero emisiones flota en el aire de León, sin un lugar en el que aterrizar para desplegar la doctrina de la sostenibilidad: en la provincia leonesa se han matriculado 858 vehículos del catálogo que no emiten contaminación que circulan entre 102.911 de los que no admiten etiqueta ambiental.
Así se deconstruye el parque móvil leonés y su capacidad de relación con las políticas ambientales relacionadas con la movilidad, cada vez más restrictivas, punitivas , excluyentes .
La cifra testimonial del cero emisiones forma parte de la realidad aumentada económica y social de León, donde el porcentaje de este sistema de tracción no supera un 0,3% del total de los matriculados. El abismo se achaca a varios condicionantes, entre los que, además de la eficiencia de los coches sin motor de combustión, termina por imponerse el precio de este género de la automoción, con un coste que lo aleja de los recusos económicos medios de la familias leonesas, de los potenciales usuarios y/o propietarios.
Viejos y proscritos
La legislación persigue la resistencia del parque móvil que va camino de las dos décadas de vida
No está la economía de los leoneses para la adquisición de estos coches que se incluyen en ese segmento de alta gama más por el precio que por las prestaciones, a juicio que exponen algunos expertos para analizar esta distancia entre el parque que quiere liquidar el Gobierno y el que quiere revitalizar.
Las cifras de la comparación las aporta la patronal de los concesionarios oficiales, que puede añadir con el conocimiento de una causa que es su objeto social; comercializar vehículos, principalmente llegados de fábrica y sin uso.
Desde las asociaciones que agrupan a los vendedores se toma en cuenta el matiz económico para tratar de entender la baja implantación de los vehículos electrificados en el conjunto de la masa. Por eso se piden incentivos, más y con mejor proyección sobre el objeto a subvencionar, que es una de las cuestiones en la reivindicación de los comerciantes para lograr el despegue de este segmento.
Para ello, exigen que se incremente el límite de la ayuda hasta los 65.000 euros, además de dotar el programa con otros 600 millones de euros más aportados por el erario público.
El proceso debe avanzar por el flujo manido de dejar salir antes de entrar, y apuntalar el sistema de subvenciones públicas a la renovación de los modelos con una inyección de ayudas directas de hasta 4.000 euros para achatarrar vehículos de más de diez años de antigüedad.
En este cálculo aportado por la patronal de Faconauto, se podrían lograr ahorra la emisión de 290.000 toneladas de CO2 al año, mientras se retiran del asfalto más de 400.000 vehículos de ese catálogo proscrito que permite colocar etiquetas en la izquierda del frontal delantero a los que coches que se matricularon antes de 2006; de esos, que superan los cien mil en León.