Agrícolas no llena las aulas pese a ser un título con pleno empleo

La Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la Universidad de León es una de las que mejor salida profesional ofrece a sus alumnos, sin embargo tiene una demanda muy baja. Cada año ofertan 50 plazas para sus grados y no las cubren. El centro ofrece los grados en Ingeniería Agraria, Ingeniería Forestal y Medio Natural, además de doble grado en Ciencias Ambientales e Ingeniería Forestal y Medio Natural, repartidos entre Ponferrada y León, plantea una atractiva oferta que, sin embargo, no logra atraer a los estudiantes.

La Escuela lleva más de 50 años y es la más antigua de Castilla y León, desde que abrió sus puertas en 1967. A nivel de toda España también se ha notado el descenso de universitarios que quieren matricularse en estos grados. Esta bajada del número de matriculados se debe en parte a la desinformación sobre estas carreras. Se han modernizado los grados y ahora ofrecen servicios nuevos actuales. La gente aún piensa que «solo está enfocado a la agricultura y no es cierto», afirma el director de la escuela, Luis Herráez Ortega. «La sociedad ha cambiado y los grados también, aunque la gente piense que no. La Escuela se ha modernizado y ha incorporado todos los avances y tecnologías en este ámbito a sus planes de estudio», explica.

El director de la escuela afirma que la baja demanda se debe al «desconocimiento de los jóvenes al asociar estos grados a labores del sector primario, como la agricultura . Los colegios profesionales también inciden en que el problema está en el desconocimiento». La realidad actual se ha modificado con respecto a la idea que suele tener la sociedad. «Lo ingenieros graduados en estas carreras tienen muchas más salidas laborales de lo que pueda imaginarse», recalca.

No solo en actividades del sector primario, también pueden trabajar en el sector secundario o en el sector servicios, donde pueden acceder a puestos específicos para los ingenieros agrarios y forestales en la administración pública a través de oposiciones. Asimismo, están capacitados para realizar labores de diseño de proyectos o de asesoría para empresas. Las profesiones relacionadas con las ingenierías verdes, la biotecnología y la producción y transformación de los alimentos se colocan entre las cuatro actividades profesionales más demandadas para los próximos 20 años.

Herráez afirma que la solución pasa por «dar a conocer la formación que ofrecemos y las salidas profesionales que existen».