El PP le regala a Diez las competencias del Pleno del Ayuntamiento de León que limitaban su maniobra
El alcalde del PSOE recupera para la junta local las restricciones que le impusieron en 2020
José Antonio Diez y Vicente Canuria
El gobierno en minoría de José Antonio Diez en el Ayuntamiento de León ha encontrado un primer aliado. Sin que la UPL decidiera darle su apoyo, ni se buscara el de Vox, cuyos dos ediles no hacen juego para rebasar la mayoría absoluta, el PP ha brindado al alcalde del PSOE la posibilidad ampliar su margen de maniobra. La abstención de los populares sirve para que la junta de gobierno, el órgano ejecutivo en el que sólo están los socialistas, asuma el máximo de las competencias que puede delegarle el Pleno municipal y que se le habían retirado en el anterior mandato por «falta de confianza», como alegaron entonces los partidos de la oposición.
Diez no tendrá que someter a juicio del órgano plenario, en el que tiene minoría, iniciativas de relevancia. El acuerdo, sacado adelante con el apoyo del PSOE, la abstención del PP y el voto en contra de la UPL y de Vox, permite al alcalde socialista salvar los obstáculos en la contratación de la redacción y la aprobación de los proyectos de obras y de servicios de más de 6 millones de euros y cuatro años, aun cuando no estén previstos en los presupuestos.
La manga ancha de la delegación de las competencias del Pleno en la junta de gobierno hace que Diez tampoco necesite mayoría para el establecimiento y modificación de precios públicos; ni para la autorización o denegación de la compatibilidad del personal; ni para la delegación de las facultades que, en materia de contratación, atribuye al Pleno la Disposición Adicional Segunda de la Ley 9/2017. El catálogo de libre funcionamiento abarca además al ejercicio de acciones judiciales y administrativas y a la solicitud de subvenciones a otras administraciones.
Argumento
Los populares se amparan en que son «un partido de gobierno» que en 2015 las solicitó cuando mandaba
Salvo estas dos últimas, las demás le habían sido revocadas a Diez en el mandato pasado. En mayo de 2020, el PP y Cs promovieron un acuerdo para revocarle las funciones con el argumento de que Diez se había extralimitado con la obra de Ord oño II . Se sumó entonces la UPL, que había sido el único partido que votó en contra en 2019, enrocado en la máxima de que el Pleno es el órgano soberano y sacar competencias de su seno es hurtar su principio democrático.
Frade, Fernández, Rodríguez y Franco, en el Pleno que lo aprobó. RAMIRO
El mismo razonamiento lo repitieron los leonesistas en la sesión plenaria de la pasada semana, con Vox adherido a la negativa promovida por el PSOE. Si el PP se hubiera mantenido en la línea de 2020, Diez se hubiera quedado de nuevo con el margen de maniobra restringido, pero los populares decidieron volver al punto de 2019, amparados en que son «un partido de gobierno», como expone David Fernández, portavoz del grupo.
El líder del grupo municipal, dividido entre sus cuatro apoyos y los tres de la candidata Margarita Torre, insistió en la «coherencia» de su decisión, dado que el 2015 el PP contó con estas competencias porque «es bueno para la gestión diaria». Fernández abundó en que se trata de una «muestra de pequeña confianza» hacia Diez, aunque recordó que si la sobrepasa, como sucedió en el mandato pasado, promoverán de nuevo un acuerdo para tirar atrás la delegación de competencias del Pleno a la junta de gobierno. El edil popular rechazó además que se tratara de una concesión negociada con el alcalde socialista para aumentar de tres a seis personas su personal de confianza, dado que en cambio han rebajo de 4 a tan sólo 1,75 los sueldos de dedicación exclusiva de los concejales.