El torbellino de agua no se detiene ni bajo los túneles auxiliares
A pesar de las palabras de algunos responsables políticos a los que concierne solucionar el desastre ambiental de las filtraciones, a pesar de los anunció y determinaciones para aplicar un plan de devolución de agua, a pesar de que sobre el papel ya está determinado un sistema demedidas correctoras, el torrente de agua diario que sale de la cuenca a través de la arteria de la Variante no cesa.
Los que se acercan o acceden a la estructura dan cuenta de este relato del murmullo del agua que corre por el hueco de las galerías como elemento más identificador de esta obra que ha supuesto una inversión de 4.000 millones de euros y que se acaballa ya en tres décadas.
Agua por debajo de la plataforma del ferrocarril, por la que ya circulan algunos trenes en pruebas desde hace algunos meses; agua a raudales en torno a las galerías de evacuación, como en la auxiliar que sale a Buiza.
La persistencia de las fugas se deja sentir en las quiebras que coronan la bóveda del túnel, además de los daños causados en los sistemas de comunicación que están afectados de forma severa por la corrosión.
La evolución diaria del parte de que no volverá a su ser, a la vena del manantial que reventaron las máquinas y que toma el camino de la pendiente hacia el Principado que acompaña la estructura de las vías, es el principal problema que deja este avance del ferrocarril en la provincia de León: el túnel se estrenará sin corregir el reventón en las fuentes de la cuenca del Bernesga. Ese era el temor que hace una década comenzaron a transmitir los colectivos afectados por la quiebra y que se confirma con el avance de los años: pasará el tren, pero no retornará el agua para León.