Diario de León

El corredor de la avenida Nocedo ya no es tan verde

El Ayuntamiento de León impulsó las actuaciones en el barrio, sin embargo los residentes no están contentos con los resultados de las obras

WhatsApp Image 2023-08-08 at 19.49.33 (5)

WhatsApp Image 2023-08-08 at 19.49.33 (5)

Creado:

Actualizado:

La remodelación del jardín Ángel Barja y su enlace con la avenida Mariano Andrés mediante la plaza Balanzátegui abarcaba dos aspectos principales. Por un lado, implicó la revitalización del área verde, que incluye la renovación de la vegetación y el mobiliario. Por otro lado, buscó la mejora ambiental de las calles y espacios para peatones que rodean la zona. A pesar de estos objetivos, los residentes del vecindario han manifestado sus preocupaciones en relación a las modificaciones que difieren de las expectativas iniciales de la reforma.

El presidente de la comunidad de vecinos de Mariano Andrés, Jaime García, afirma que las zonas infantiles presentan varios problemas. «En vez de hierba han puesto tierra y flores, y eso ensuciará más las calles sobre todo en época de lluvias. Los niños juegan con la tierra y manchan las aceras» explica.

La calidad de la iluminación es deficiente, al igual que en todo el vecindario, pero es especialmente evidente en los parques. Adicionalmente, se reemplazó el cemento por pequeñas piedras que podrían suponer un riesgo para los niños, ya que no están fijadas y las personas pueden desplazarlas involuntariamente o tropezar con ellas. «Los niños se manchan de barro», añade el presidente, que expresa las quejas de sus compañeros. «Han reducido el espacio y los juegos infantiles», incide.

Muchas plazas de aparcamiento desaparecen al igual que bancos, los cuales eran muy usados. Lo que más preocupa es la suciedad que provocara estás zonas de tierra donde se plantaron flores cuando la lluvia forme barro y la gente pise los charcos.

El propósito de la intervención era convertir el espacio en un elemento paisajístico singular que, debido a su considerable extensión de más de 11.000 metros cuadrados, tuviera el potencial de convertirse en un símbolo distintivo de la zona y contribuir a la mejora ambiental de un barrio densamente poblado. Sin embargo, las alteraciones y ajustes realizados generan inquietud entre los residentes, quienes afirman que estos cambios representan un deterioro en lugar de una mejora.

A pesar de todo hay algunos aspectos positivos como las marcas viales pintadas sobre la calzada del Corredor Verde de Nocedo. Esto forma parte del urbanismo táctico, que busca fórmulas para señalizar, con el mínimo coste, las zonas de coexistencia de tráfico.

Las obras implicaron la reducción de las aceras, lo cual tiene como consecuencia que los vehículos invadan con mayor facilidad las áreas destinadas a los peatones, algo que se fomenta además con la falta de sitios para aparcar.

Unas obras que lucían prometedoras provocan el malestar de los vecinos y supone inconvenientes para los más pequeños, en un barrio residencial tan reconocido como Nocedo.

tracking