El programa de detección del cáncer de cérvix tuvo un 70% de seguimiento
El programa de prevención y detección precoz de cáncer de cérvix o cuello uterino de Castilla y León cerró el primer semestre de 2023 con una participación del 70,14 % en el área de salud de León y del 62,18 5 en El Bierzo, tras enviarse 11.025 cartas de participación.
Esta tasa de respuesta a este cribado, que en el año 2008 estableció una nueva estrategia al introducir la determinación del virus del papiloma humano (VPH), fue de un 53,72 5 en León y de un 69,41 5 en El Bierzo en 2022, según los datos facilitados a EFE por el Servicio Territorial de Sanidad.
El cribado pasa por citologías cada tres años, o cinco años en el caso de las mujeres con una edad superior a 35 años, para descartar una infección por VPH, cuyos subtipos 16 y 18 son responsables de la mayoría de los casos de cáncer de cérvix o cuello uterino, un tipo de neoplasia que cursa sin síntomas y que es responsable de media docena de muertes al año en la provincia.
El virus del papiloma humano es en la actualidad la enfermedad de transmisión sexual más frecuente y, a pesar de que la incidencia del virus del papiloma humano es mayor en las mujeres menores de 30 años, después de la menopausia se produce un repunte de esta patología infecciosa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda vacunar a todas las niñas preadolescentes entre los 9 y 14 años, ya que las vacunas solo son eficaces antes de que la persona entre en contacto con el virus.
La detección precoz es la mejor garantía para aumentar la supervivencia ante un tumor, curarlo. A finales de 2021 se incluyeron cambios fundamentales: de esta forma el cribado pasa de tener un carácter oportunista (a demanda) a poblacional, a tenor de los acontecimientos.