Morán cierra cuatro años de gobierno sin saber quién le relevará en el cargo
La Diputación espera a la nueva corporación con incógnitas por pactos y divisiones internas
Eduardo Morán cerró el mandato en la Diputación con un discurso cargado de agradecimientos; para los trabajadores, para los políticos, «por la lealtad en un periodo que ha pasado de casi todo, y en el que ha imperado el acuerdo más allá de las discrepancias». Y en ese tono, deseó que a partir del miércoles, la nueva corporación mantenga la línea de gestión por mejorar la calidad de vida, especialmente del mundo rural, donde hemos puesto las bases para la recuperación».
De las certezas del balance, a la incógnita del futuro. Porque el mandato en la Diputación de León se cerró ayer sin avances ni pistas sobre las negociaciones que, se suponen, avanzadas a estas alturas de calendario, y en vísperas del nuevo periodo constitutivo. A cinco días del pleno que abrirá el próximo periodo, no hay más conclusiones, a parte de que el Partido Popular ha iniciado conversaciones con la UPL, que hasta ahora no reconocía otros contactos que los mantenidos con el PSOE; fríos, condicionados y poco fructíferos.
«Ya negociamos con la Unión del Pueblo Leonés; las negociaciones las lleva directamente Juan Carlos Suárez-Quiñones», reveló Raúl Valcarce, diputado saliente, que asumió el segundo enfoque de la jornada, por su condición de candidato de los populares a la presidencia, aunque en clara inferioridad en el reparto de diputados electos con la facción que encabeza Javier Santiago Vélez. «Ya no hay sector crítico, hay once diputados. A partir de hoy hay que trabajar en una única dirección, como equipo y hoy empieza el trabajo para conformar ese equipo para el próximo miércoles ganar la investidura», resolvió el político berciano ante la pregunta inicial sobre si sería presidente el próximo miércoles. Con más contundencia, Valcarce rebatió la opción de la sección no oficialista. «Vélez hizo unas declaraciones ilustrativas estos días de atrás, en las que dijo que se apoyaría al candidato oficial del partido a la Diputación, que es Raúl Valcarce».
En esa misma voluntad reflexiva, Eduardo Morán declaró que no entendía el veto que sobre él ha impuesto la UPL porque considera que no se lo merece por el esfuerzo que ha aplicado en la gestión de la Diputación, además de «haber trabajado mucho y haber tomado muchas decisiones, algunas en la soledad del poder, y siempre con la idea de decidir lo mejor para León», confesó.
«Puede ser que me haya equivocado y si es así pido disculpas», añadió en torno al balance sobre los cuatro años de gobierno en el Palacio de los Guzmanes, aunque apuntó su opinión sobre la autonomía que deben tener los partidos políticos para poner a sus candidatos. «Nosotros podríamos vetar a diputados o diputadas de otros grupos políticos, pero me parece que eso no es lo adecuado. Cada partido político tiene que tener su libertad y su independencia; yo estoy a la orden del partido, soy un militante disciplinado». La despedida de mandato de la Diputación de León centró el foco en el presidente saliente y en uno de sus posibles sustitutos, que Morán y Valcarce decoraron con un apretón de manos que se hizo transcendental por el momento. Sobre el acuerdo entre PSOE y PP alertó esta semana la UPL.