En libertad el detenido por tratar de ahogar a un perro en el Caño Badillo
Gritó al animal: «Muérete ya, hijo de perra», pero la policía pudo reanimar a la mascota
Un individuo detenido en la noche del miércoles acusado demaltrato animal fue puesto en libertad provisional por el Juzgado de Instrucción número 3 de León, tras considerar que el ataque que profirió contra un animal, propiedad de un familiar suyo, al que trató de ahogar en la fuente del Caño Badillo, no era de suficiente gravedad como para recluirlo en Villahierro.
Fue detenido por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, tras comprobar integrantes de la Policía Local que estaba tratando de ahogar a su perro en la fuente del Caño Badillo, donde además estaba pisando la cabeza a la mascota para tratar de acabar con su vida. «¡Muérete, hijo de perra!», le estaba gritando el sospechoso al animal.
Los hechos se produjeron en la jornada del miércoles. El varón se encontraba en plena tarea de maltrato del animal cuando varios vecinos se percataron de lo que estaba ocurriendo y dieron aviso. Al menos dos testigos dieron fe de lo que estaba ocurriendo. El autor de los hechos era un vecino de León de 53 años de edad.
Tras tomar declaración al sospechoso, se procedió a su detención y traslado a dependencias de la Comisaría, donde permanece recluido a la espera de prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de León.
De forma paralela, hace días se procedió por parte de los agentes de CNP a la intervención solicitada por un vecino, que notificó a un barrendero que había visto cómo en la zona centro de la capital una persona lanzó dos perros por la ventana de su cuarto piso, aunque a ese respecto se mantiene la investigación todavía.
El delito de maltrato animal consiste en causar a un animal una lesión. Debe tratarse de un animal doméstico, amansado, domesticado o que viva temporal o permanentemente bajo el control humano. La lesión producida tiene que requerir, para el restablecimiento de la salud del animal, tratamiento veterinario.
A este delito le corresponde una pena de prisión de 3 a 18 meses, o multa de 6 a 12 meses. En todo caso, se impondrá también la pena de inhabilitación especial de 1 a 3 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.