La temperatura en los centros de salud supera los 32 grados

Los centros de salud de la capital están que ‘arden’. La nueva ola de calor que ha disparado el mercurio estas últimas semanas también hace mella en los ambulatorios por la deficiente climatización de varias de las instalaciones, lo que genera malestar entre los profesionales y los pacientes , que reclaman a la Consejería de Sanidad que revise los sistemas de refrigeración para garantizar una asistencia adecuada a los usuarios.

De hecho, algunos ambulatorios de León están soportando las temperaturas extremas del verano con ventiladores y pingüinos (aparatos portátiles) porque en las consultas se superan con creces los 30 grados, según los testimonios de los trabajadores, mientras las salas de espera se convierten en un ‘horno’.

Es el caso de Armunia, que ayer alcanzó los 32 grados, según la medición de Comisiones Obreras, de La Palomera y de La Condesa. El sindicato va más allá y alerta del efecto que puede acarrear el excesivo calor sobre la plantilla y sobre los enfermos, «especialmente menores, personas mayores y pacientes con patologías graves, que son más vulnerables a las altas temperaturas», destaca Antonio Sánchez, quien urge «que se adopten las medidas oportunas» para que los profesionales realicen sus tareas dentro de la normativa de seguridad y salud en el trabajo, que marca temperaturas de 23 a 25 grados en las instalaciones y se favorezca un entorno saludable a los usuarios.

Sánchez recuerda que «la asfixia» que reina en algunos ambulatorios «es una situación que se repite cada verano» en centros como el de La Condesa, que carece de sistema de aire acondicionado y cuyo edificio recibe el sol en la segunda mitad del día por su orientación, que absorbe la fachada de cristal. Problema que persiste y, a pesar de ser uno de los centros de referencia de especialidades, sólo dispone de refrigeración en la zona de Radiología, «para garantizar el funcionamiento de los aparatos».