Diario de León

SUCESOS

Graban a un menor en los lavabos y lo muestran en redes sociales

Incibe alerta de este tipo de prácticas y ofrece pautas a los padres para resolver estos conflictos

Fotografía de archivo de un lavabo público. MICHAL JARMOLUK/PIXABAY

Fotografía de archivo de un lavabo público. MICHAL JARMOLUK/PIXABAY

León

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El Instituto de Ciberseguridad (Incibe) con sede en León ha recibido por vía telefónica, en el servicio de Tu Ayuda en Ciberseguridad, la consulta de una madre emocionalmente afectada, porque había sido conocedora, ese mismo día, de una situación que afectaba a su hijo adolescente, el cual aún no sabía lo ocurrido. 

Unos compañeros del colegio de su hijo le habían grabado en el centro escolar sin su conocimiento, mientras estaba haciendo uso de los baños del centro. Los niños habían difundido el vídeo a través de redes sociales y plataformas de mensajería, lo que provocó la alerta de los educadores, que contactaron con la madre para explicarle esta situación.

La madre confesó que acudió al centro para visualizar el vídeo, sin embargo, debido al impacto emocional que le había provocado, en el momento de contactarnos no recordaba los detalles de la grabación. Como, por ejemplo, si existían imágenes en las que se pudieran ver las partes íntimas de su hijo, ni los canales concretos de redes sociales o plataformas de mensajería en los que se había difundido el vídeo. 

El centro, al ser conocedor de qué menores habían sido los que habían realizado la grabación y compartido las imágenes a través de Internet, había tomado la determinación de expulsarlos durante 15 días como medida ejemplarizante, esperanzados de que sirviera para evitar que no se volvieran a producir situaciones similares en el futuro. Además, iban a enviar una circular a los padres de todos los menores implicados para que estuvieran al corriente de la situación, y tomasen con sus hijos las medidas oportunas de concienciación, empatía y respeto hacia la intimidad y privacidad de sus compañeros y profesores.

Sin embargo, la madre seguía estando muy preocupada, dada la repercusión negativa que podría acarrear para su hijo, y se planteó tomar medidas legales. Para ello, quería volver al centro, visualizar el vídeo de nuevo y recopilar la mayor cantidad de información posible y así tomar decisiones de manera más tranquila y razonada. 

Incibe le ofreció apoyo psicosocial de una manera efectiva y rebajar el nivel de ansiedad que la visualización de las imágenes de su hijo le habían provocado. Luego le explicó que el centro tiene responsabilidad cuando se llegan a producir situaciones de ciberacoso entre alumnos del mismo centro, como en el caso de su hijo, y que es importante que emitan una circular de advertencia de las consecuencias, sin aportar datos personales.

También se le indicó que lo recomendable en estos casos es siempre tratar de solucionar la situación por la vía del diálogo. Debería hablar con el centro para que actúen como mediadores entre víctima y agresores, poniendo en contacto a los padres de ambas partes para tratar de solucionar esta situación de manera amistosa. En caso contrario, el centro podría estar omitiendo sus deberes ante una situación de ciberacoso. 

En el diálogo con los agresores, por parte del centro y sus padres, es importante hacerles ver que están causando un daño y cometiendo un delito, ya que, en ocasiones, los menores no llegan a comprender la magnitud de sus actos hasta que no se les hace partícipes de la situación.

Otra parte muy importante a abordar es la relacionada con la difusión de los contenidos. Todos los menores del centro deberían eliminar el vídeo y detener su difusión, ya que, de lo contrario, podrían estar incurriendo en diferentes delitos. Para ello, se le aconsejó solicitarle al centro educativo que envíe una carta a los padres del alumnado poniéndoles en antecedentes y solicitando su colaboración para la eliminación del vídeo.

Además, se le indicó que debía hablar con el centro y solicitarles una copia del vídeo como evidencia, en caso de que por la vía amistosa no se resuelva el conflicto y fuese necesario interponer una denuncia de manera presencial ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, presentando todas las evidencias que pudieran recopilar.

En cuanto a la difusión a través de redes sociales y otras plataformas, es conveniente informarse en qué canales concretos se estaba difundiendo el vídeo y ejercer en ellos acciones de denuncia y reporte además de solicitar la eliminación de los contenidos a través del canal prioritario.

Como medida preventiva, puesto que el vídeo ya estaba publicado en Internet, se insistió en la necesidad de practicar egosurfing periódicamente y en caso de encontrar de nuevo el video, ejercer el derecho al olvido  en buscadores y el derecho a la supresión en web.

Por último, recibió la recomendación de que si finalmente el vídeo incluyera imágenes que pudieran considerarse pornografía infantil, podrían enviarlo a través del formulario de reporte.

 

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