Activos y Felices recuerda a Cesáreo González en el primer aniversario de su muerte
La asociación Activos y Felices recuerda a Cesáreo González Díez en el primer aniversaario de su muerte. Y hay razones más que de sobra para recordarlo. Cesáreo es símbolo de orgullo en Vegaquemada, el municipio que lo vio partir hacia México en los años 60 y volver como empresario de éxito y filántropo en el siglo XXI. Una figura que representa el emprendimiento y la filosofía del trabajo. Y el apego a León en la distancia. Su vida estuvo marcada por la filantropía y el trabajo incansable, pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad. Emigró a México a trabajar junto a su tío, Pablo Díez, en Cervecería Modelo S.A. (cuyo producto más reconocido quizá sea la cerveza Corona). Su labor fue clave para la expansión de las exportaciones de cerveza mexicana y para el crecimiento de la industria cervecera en general. Con el tiempo, se convirtió en un exitoso empresario, y en consejero y accionista influyente en diversas compañías en Iberoamérica.
Pero a Cesáreo no le movió únicamente el éxito empresarial. Las ganas de ver prosperar a su tierra natal, a la que volvió en 2008, siempre estuvieron presentes. Fundó la residencia de ancianos «Nuestra Señora De La Asunción» en Vegaquemada, junto a sus hermanos Luis y Pablo. Y esto fue el inicio de un final de vida marcado por el apoyo a los demás.
En 2013, también junto a su hermano Pablo, creó la Fundación Cepa. Con ella llevó a cabo diversas iniciativas de alto valor social: desde fomentar la educación hasta restaurar monumentos históricos. Quizá el testimonio más visible de esta labor es el Museo de la Emigración Leonesa, que se puede visitar en León, en la avenida de Suero de Quiñones. En él queda el testimonio de la voluntad de Cesáreo de honrar la memoria de la diáspora leonesa.
CEPA también colabora en los ámbitos médico y social. Con iniciativas que van desde financiar la donación de equipos médicos hasta respaldar la formación de jóvenes leoneses u ofrecer apoyo a organizaciones sociales.
Hombre de mundo, hombre de su tierra Cesáreo González, que empezó en la vida labrando los campos de Vegaquemada y la terminó contribuyendo a la mejora social en la zona, demostró una y otra vez su compromiso con la sociedad que lo vio nacer. Y con la que compartió tanto, aunque desde tan lejos. Su memoria es la de una persona pausada, autosuficiente casi hasta su último día con una simpatía especial, volcado en los demás, humilde.
Alguien que no podría engrandecerse a sí mismo, pero al que los demás engrandecen sin dudarlo, indica la asociación en un comunicado.