La Rioja no tolera los gusanos en la sopa y corta el contrato a Serunión
La incidencia en los menús escolares es similar a la que no fue castigada en León
Imagen de la sopa con larvas. DL
La Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja trabaja en un nuevo pliego para el servicio de comedores escolares a fin de rescindir, «lo antes posible», el actual contrato con la empresa Serunión, a la que aplicará la penalización máxima por las larvas de gusanos aparecidas recientemente en platos de pasta de ocho colegios públicos de la región.
Este es uno de los compromisos adquiridos por la Consejería de Educación con la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Públicos (FAPA) de La Rioja, tras la reunión celebrada este miércoles por ambas partes para analizar la reciente situación creada en los comedores de ocho centros y las posibles acciones a realizar.
Así lo ha explicado esta semana la Fapa en una nota, en la que ha destacado la petición de colaboración de la consejería a esta federación para redactar el nuevo pliego, que, cuando esté preparado, podrá finalizar el servicio de la actual empresa Serunión, como trasmitieron los máximos responsables de Educación.
Mientras se redacta este pliego, seguirá la empresa y no se rescindirá el servicio de comedor a los centros, pero la consejería duplicará los controles sanitarios y la Fapa seguirá entrando a probar la comida en varios colegios para tener una valoración más amplia, ha detallado.
En este pliego, en el que trabajan de forma conjunta la Consejería de Educación y la Fapa, también se abre la posibilidad de parcelar La Rioja por zonas y que pequeñas empresas puedan entrar a concurso, con un mejor servicio de proximidad.
Este contrato deberá aumentar el precio del comedor, ajustándolo a la realidad de los precios actuales, para lo que Educación se compromete a ampliar las ayudas de comedor escolar y, además, en el pliego se primará la calidad en detrimento del precio más bajo.
«Estamos de acuerdo en que la empresa ha fallado en el protocolo de actuación y debería haber evitado que los platos de pasta llegaran a las mesas de los comedores», precisó la Fapa.