La indefinición preside el futuro del Museo de Semana Santa tras tres años

El Museo Diocesano y de la Semana Santa mantiene la tónica de indefinición que lo preside desde el momento de su inauguración oficial en julio de 2020 y tres años después de su puesta en marcha , no tiene una hoja de ruta clara para explicar cuál va a ser su utilidad, más allá de las exposiciones celebradas hasta ahora y de los actos casi internos de las cofradías que han dado uso al salón de actos de forma primordial, por encima de otras opciones.

Luis García, presidente de la Fundación del Museo evitó ayer pronunciarse a este respecto a preguntas de este periódico. De viaje fuera de España, declinó la invitación y emplazó a este periódico a hablar del asunto hasta la semana próxima.

De modo paralelo, un sector habitualmente crítico con las cuestiones referentes a la Semana Santa ha puesto en marcha una campaña de movilización en las redes sociales para protestar por el estado de conservación deficiente que, desde su punto de vista, evidencia la construcción. Y lo hace bajo la exhibición de dos instantáneas en las que se aprecian fallas en el pavimento y presuntos defectos en la zona superior del Museo, con mensajes alusivos al coste del proyecto y a su escasa consistencia en materia de conservación.

Una inversión de ocho millones de euros a la que la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, aportó 2,3 millones de euros, el Ayuntamiento de León 500.000 euros y la Diputación provincial 200.000 euros hicieron posible una ilusión que tres años después es un ente convertido en entelequia. El arquitecto responsable del proyecto del Museo Diocesano y de Semana Santa, Félix Compadre, concibió el reto con mimo para un edificio tan emblemático en el que se daban la mano la piedra con la que se enmarcó la puerta principal de la calle Mariano Domínguez Berrueta, los más de 500.000 ladrillos macizos de barro que se limpiaron en las fábricas del edificio y el vidrio transparente con el que se acristaló el claustro central y que se había convertido, sin duda, la seña de identidad de este remozado edificio del Seminario Mayor.

La Fundación Museo Diocesano y de Semana Santa de León ha de destinar el bien inmueble rehabilitado a Museo Diocesano y de Semana Santa al público y a la ciudad durante un mínimo de 50 años.

Es una fundación de carácter diocesano, de naturaleza pública, sin ánimo de lucro, con personalidad jurídica y está integrada por la Diócesis de León y la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de León.

La presidenta de su Junta Mayor, Diana Belén García, explicó su postura en torno a este asunto: «Desde junio, estamos trabajando en la puesta en marcha del Museo tanto las cofradías como el Obispado y nuestra intención es que sea cuanto antes. La voluntad es inequívoca y hay interés por comenzar con la actividad cuanto antes», explicó a este periódico.

El espacio ocupa dos tercios del Seminario de León, cedido por el Obispado y habilitaba en la idea inicial espacios para que las tallas de gran tamaño de la Semana Santa leonesa pudieran ser contempladas desde diferentes puntos de vista.

Poco uso tienen también las otras salas más pequeñas para mostrar otras piezas. Todas ellas cuentan con control de humedad y temperatura individual para poder adecuarse a las necesidades de cada uno de los objetos expuestos.

También se pretendía crear un espacio expositivo en el claustro del seminario, una parte «emblemática» de este edificio.