Menos fiscalidad, más financiación y nuevos modelos de negocio

Con la premisa de hacer un repaso del papel y las necesidades del comercio rural y aportar nuevas ideas que impulsen a este sector en los pueblos, se celebró la mesa redonda 'Comecio local, comercio de proximidad', la primera de la segunda jornada del V Congreso Diario de León sobre Despoblación . En ella participaron Enrique Busto, alcalde de Hospital de Órbigo; Julio César Fernández, regidor de Pajares de los Oteros y Paco Fernández, gerente de la empresa Iriego, mientras que la periodista de Diario de León Pilar Infiesta se encargó de la moderación. 

El primer edil de Hospital de Órbigo señaló que en Hospital de Órbigo existe comercio rural, pero reconoció las trabas para montar nuevos negocios en los pueblos. Su municipio, con tienda de ultramarinos, óptica o farmacia, entre otros, es un modelo a seguir por otras localidades que no tienen la oportunidad de aprovechar el paso del Camino de Santiago, uno de los grandes motores de este municipio. Su situación privilegiada, sus 960 habitantes, río, patrimonio y Camino de Santiago son los acicates que hacen posible que el comercio local tenga aquí un pequeño oasis. 

Más desencantado se mostró Julio César Fernández, alcalde de Pajares de los Oteros, quien quiso agradecer a Diario de León la organización de este congreso sobre despoblación, " a ver si entre todos no se nos va de las manos este problema". Recordó con nostalgia "cuando en cada casa había una pequeña tienda" en la que se ofrecía leche, carne u otros productos de primera necesidad, un panorama bien distinto al actual en Pajares, donde no queda abierto ningún comercio a excepción de las bodegas. "El comercio rural es complicado porque el público es muy escaso", aseguró y aprovechó para reclamar a las administraciones "un esfuerzo intenso para fomentarlo" y una apuesta por mejorar la conectividad, algo que flojea en su municipio. 

Por su parte, Paco Fernández resaltó la necesidad de gente en los pueblos y apostó por los bares como un motor generador para el comercio. "Si no hay bar en un pueblo, olvidémonos del resto", destacó. En la misma línea, expuso su postura sobre la importancia de apoyar los bares que, "aunque no son rentables, hay que usar las neuronas para conseguir que lo sean". A este respecto, hizo hincapié en el caso de Bercianos del Páramo, que ha gestionado Iriego, en el que, tras el cierre del restaurante que había en el pueblo, han montado un servicio de gestión de comidas para la gente mayor , gestionado de forma conjunta con el bar para evitar también su cierre. "Debemos generar modelos de negocio paralelos al servicio de bar", manifestó. 

Puntos en común

Un acalorado debate en el que los participantes estuvieron de acuerdo en la necesidad de una reducción fiscal, una mayor financiación y nuevos modelos de negocio socio-sanitarios que permitan la puesta en marcha de nuevos comercios. 

Busto defendió que no es posible cargar toda la responsabilidad del comercio rural sobre los ayuntamientos  e invitó a hacerlo sobre las administraciones superiores, teniedo en cuenta a los pequeños consistorios. "Hay que dar más voz a los que de verdad saben, que somos los que vivimos en los pueblos", puntualizó. También exigió el compromiso de las administraciones: "¿Cómo vamos a atraer jóvenes si cada vez tenemos menos servicios? Mientras desde arriba no apoyen con una fiscalidad acorde a los pueblos, no hay nada que hacer", aseguró. 

Para Paco Fernández, la distancia entre la ciudad y los pueblos es cada vez mayor y apostó por promover que los jóvenes se queden en las zonas rurales, al tiempo que afirmó que "hay muchos modelos de negocio que hay que aprovechar; es un momento de muchas oportunidades. Peleemos". 

A este respecto, Julio César Fermández expusó la realidad de que "los niños no conocen el mundo rural" y puso de manifiesto una idea que defendió hasta el final: "Cuando las administraciones superiores hablan del mundo rural y de la despoblación hablan mucho del paisaje, pero no del paisanaje. Tienen que hablar más desde el corazón y saber que en el medio rural los paisanos tenemos los mismos derechos". En este punto, señaló que las administraciones no conocen las necesidades de los pueblos: "No tengo claro que en la Junta sepan nuestras necesidades médicas" y aprovechó para pedir un pacto por la sanidad. 

Tanto el alcalde de Hospital de Órbigo como el de Pajares de los Oteros estuvieron de acuerdo en la excesiva burocracia que obstaculiza el emprendimiento, así como en su deseo de "que la gente sea feliz y se quede a vivir en los pueblos". 

Desde Iriego, su responsable hizo hincapié en que un negocio funciona o no al margen de la presión fiscal y que el modelo de negicio va a cambiar en los próximos años. "Más que fiscalidad, hay que darle a los jóvenes un sitio con Internet y ayudas para montar esa empresa". 

Busto no quiso dejar pasar la oportunidad de resaltar "el comercio de la banca en el mundo rural". Explicó que en Hospital de Órbigo no hay ningún cajero. "¿De dónde sacamos el dinero para comprar? porque no todo el mundo tiene tarjea ni bizum". Por eso el alcalde de Pajares de los Oteros reclamó que "es necesario conocer la singularidad de cada pueblo, si no es imposible".

"Menos burocracia y más financiación, admiinstraciones que se fijen en el paisanaje y no tanto en el paisaje e iniciativa público-privada y creer que se pueden hacer cosas diferentes" fueron las peticiones de los participantes en la primera mesa redonda de la segunda jormada sobre despoblación para relanzar y apoyar el comercio en el medio rural.