La Universidad, pionera en las microcredenciales para ampliar la formación a sus trabajadores

La nueva ley de Universidades, que entró en vigor el pasado 12 de abril, incide en la necesidad de que las instituciones académicas abran sus puertas aún más a la formación de trabajadores o, en su caso, a todas las edades, a fin de conseguir la formación continua y mejorar la especialización de los empleados o desempleados. La Universidad de León ha sido pionera en la implantación de las microcredenciales, como denomina la Losu a estas formaciones «breves y focalizadas para conseguir unas competencias muy específicas, que deben estar conectadas además con lo que necesitan los sectores productivos, las empresas», explica la vicerrectora de Actividad Académica de la institución leonesa, Nuria González.

De hecho, dos de los títulos que ya ha lanzado León han sido impulsados desde el sector empresarial y el tercero ha surgido desde la propia Universidad atendiendo a las necesidades del mercado laboral. Las tres microcredenciales que la institución académica ya tiene aprobadas son Gestión y Comercialización en la Industria Vitivinícola; Lenguaje de Programación C++ y Guión de Cine y Televisión.

Estas tres microcredenciales se suman a la oferta de títulos propios con los que ya cuenta la Universidad de León, pero la vicerrectora explica que con ellas se busca «formar a los adultos, que en teoría serían profesionales que ya están trabajando o que se han quedado en paro y que necesitan una formación muy específica», sin descartar a otro tipo de alumnos matriculados.

Nuria González resume que las microcredenciales que ampara la nueva ley de Universidades busca estimular la formación a lo largo de la vida entre las personas adultas y los empleadores, transformar las universidades en instituciones para todas lannís edades, ofrecer microcedenciales de impacto laboral y educativa, garantizar el derecho de la formación a todas las personas adultas y facilitar itinerarios educativos personalizados en la edad adulta.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, presentó en junio estas títulos y remarcó que las microcredenciales «consagran la formación a lo largo de la vida como una función básica de la universidad». Además, recordó que se trata de títulos breves, no más de 15 créditos —cada crédito equivale a 10 horas de formación del alumno en clase— y en el caso de la Universidad de León, todos los títulos, como especifica la vicerrectora Nuria González, tienen cinco créditos, 50 horas presenciales y «permiten a los alumnos adquirir una formación muy específica en la temática concreta».

Desde el Ministerio de Universidades especifican que las microcredenciales son credenciales derivadas de formaciones breves (menos de 15 créditos ECTS); focalizadas en la adquisición de conocimientos, habilidades o competencias específicos; de formato flexible y adaptable a las diversas necesidades y limitaciones de disponibilidad del alumnado adulto, incluyendo el uso de la modalidad virtual o semivirtual, y con una estructura modular por la que cada formación puede tener sentido de forma independiente, y al mismo tiempo, acumularse y combinarse en credenciales más amplias, como grados o másteres, en el marco de un itinerario formativo personalizado.

Además, el ministerio remarca que la presencia de personas adultas en las universidades públicas españolas es aún muy minoritaria: menos de un 5% de estudiantes de grado y menos del 20% de los de máster de las universidades públicas presenciales tiene más de 30 años. Pese a todo, incide en que las universidades españolas disponen de un gran potencial para un mayor desarrollo de la formación a lo largo de la vida y la recualificación profesional, puesto que cuentan con una «capacidad instalada» privilegiada, en infraestructura, presencia territorial y capital humano especializado.