León llama a 660 edificios a pasar la ITE con cada vez más desprendimientos

Las días ventosos que arrecian en este otoño invitan a separarse de la línea de las fachadas. La precaución siempre ayuda. Más si cabe después de un último año en el que los avisos por desprendimiento de cornisas , cascotes y materiales han mantenido alerta a los Bomberos, siempre listos para asegurar las estructuras , y a los peatones que aguzan la atención escamados por la proliferación de incidentes. En este escenario, el Ayuntamiento de León llama a otros 660 edificios a cumplir con la normativa que obliga a pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Les toca a todos aquellos que han superado los 40 años de antigüedad y a los que, desde la primera cita, tieen que repetirla cada 10 años para revisar que cumplen con los requisitos de seguridad y salubridad.

El orden da turno para los construidos entre 1951 y 1955 y los que se levantaron en el año 1973. Junto a estos inmuebles, que ya entran en esta ocasión en su segundo turno de inspección, los servicios técnicos del Ayuntamiento de León meten ya al amplio listado de casas que se edificaron en 1983. Todas forman parte del padrón aprobado por el consistorio de la capital leonesa en Pleno, sometido a exposición pública en la web municipal y en el edifico consistorial de Ordoño II para posibles alegaciones de los propietarios que justifiquen que no es necesaria la revisión puesto que ha habido una reforma estructural de relevancia durante estos años que ya garantiza el cumplimiento de los parámetros fijados en la ordenanza.

Salvo estos casos, el resto cuentan con plazo para pasar la ITE durante todo el año 2024 e, incluso, hasta el 31 de enero de 2025. En esa fecha deberán haber entregado en el Ayuntamiento de León la documentación acreditativa de haber pasado la inspección técnica, firmada por un profesional. Sin este expediente, que conlleva una factura de 150 euros de media por vivienda, los propietarios se enfrentan a multas que van desde los 600 hasta los 3.000 euros, como se recoge en la ordenanza municipal reguladora aprobada por el Ayuntamiento.

La normativa, que fue pionera en toda España cuando se empezó a desarrollar en 2009, detalla que en caso de que el acta de la inspección del profesional independiente detecte irregularidades los propietarios deben subsanarlas. No contarán con el visado hasta que no arreglen los problemas: una situación que afectó a uno de cada cinco edificios dentro del primer turno de revisiones que se enmarcó entre 2009 y 2019 , en el que tuvieron cabida los 5.799 inmuebles que en esos momentos ya habían superado los 40 años de antigüedad.

La suma de incidencias , que tienen que pasar el filtro de los técnicos municipales, sumó una bolsa cercana a los 10 millones de euros en reformas, con una media de 6.000 euros por intervención, de acuerdo a los datos del servicio de licencias del Ayuntamiento de León.

Los arreglos se ajustan sobre todo a los parámetros básicos de la ITE. Más allá de algunos casos excepcionales en los que los defectos estructurales tenían tanta gravedad que los propietarios decidieron derribarlos, tras sopesar el coste de la factura y los posibles beneficios, en su mayoría se circunscriben a problemas de la edificación que pueden ocasionar los desprendimientos por fallos en las cubiertas, la impermeabilización y la estructura. Los técnicos deben certificar que no hay grietas de consideración, que las cornisas están asentadas, que no se han producido desplazamientos de vigas, que los forjados no presentan humedades y que las chimeneas y barandillas se hallan bien sujetas, además de que las redes de saneamiento, abastecimientos, electricidad y gas guardan las exigencias de seguridad.