Los empresarios no cubren en León empleos de camareros, electricistas y administrativos

Es un problema coyuntural que amenaza con convertirse en estructural, señalan los analistas. Una dificultad que afecta a todos los países y a todos los sectores, pero que se ha agudizado tras la pandemia. España no está a la cabeza del contratiempo en Europa, pero el noroeste peninsular sí tiene más obstáculos que otras zonas del país para hacerle frente. Las causas son diversas, y no afectan sólo a la cualificación de los trabajadores. También a cómo las empresas están dispuestas a retribuir sus necesidades y perspectivas. Y no únicamente desde el punto de vista salarial. «Los candidatos buscan trabajos que estén en sintonía con sus valores y necesidades». Quizá la divergencia no esté solo en el desajuste formativo.

El caso es que León no escapa de lo que se ha dado en llamar el ‘ desajuste del talento ’. La dificultad de las empresas para encontrar trabajadores adecuados en un entorno en el que el paro no está en sus máximos niveles, pero asienta un mínimo estructural peligrosamente alto. Sobre todo cuando la tasa de actividad local es la segunda más baja del país.

Con 20.755 parados según la ultima Encuesta de Población Activa (EPA), 21.899 registrados en búsqueda activa de empleo en las oficinas públicas, los empresarios leoneses muestran su alarma ante la dificultad de encontrar trabajadores para desarrollar sus tareas.

Es uno de los principales problemas del momento, según explica el presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), Juan María Vallejo. Un estudio realizado por su Portal de Empleo con las ofertas que gestionan y el Proyecto Emplea Lab señala que los sectores en los que cuesta más cubrir la demanda de puestos de trabajo son en construcción y afines (un 35%), industria (15%), comercio (10%) y hostelería (8%).

Los perfiles más demandados para contratar en la provincia son fabricación mecánica y automoción (principalmente electromecánicos), un 18%; soldadores, un 16%; electricistas, un 15%; administración un 11% y camareros y ayudantes de cocina, con un 10%.

Una demanda de profesionales que coincide, aunque no en el mismo orden de demanda, con el estudio realizado en la provincia por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo. Que señala que los problemas para cubrir los puestos de trabajo vacantes se dan sobre todo en las actividades administrativas de oficina y auxiliares a las empresas, además de las de bibliotecas, archivos y actividades culturales.

Uno de los sectores de demanda creciente en la provincia, que tampoco encuentra trabajadores adecuados para todos los puestos que necesita, se centra en los servicios sociales, así como en las actividades sanitarias. La agricultura no escapa a este problema. Aunque destacan comercio, construcción y educación, junto con la industria, como otros sectores en los que se advierte mayor dificultad para adecuar la oferta a la demanda. Es decir, en prácticamente todos los ámbitos de actividad se percibe este desajuste.

Las ocupaciones con mayor número de puestos vacantes en el Servicio Público de Empleo son directores de residencias de mayores, médicos de familia, enfermeros no especializados, veterinarios, fisioterapeutas, profesores de FP o educación especial, ingenieros, programadores y diseñadores de web o bases de datos, técnicos en construcción y electricidad, teleoperadores,...

El caso es que un entorno especialmente cambiante ha desbocado este desajuste del talento. Según un reciente informe de Manpower, hace diez años el 3% de las empresas tenían problemas para contratar perfiles adecuados, ahora el porcentaje se eleva al 80%. Y crece año tras año. Afecta a todos los sectores, y sus causas son diversas. Faltan profesionales con competencias y habilidades adecuadas, pero también «influye que lo que piden algunas empresas no se ajusta a la compensación».

Según el Iese, en la falta de perfiles convergen varios problemas: falta de formación, condiciones de trabajo (principalmente las salariales), baja tasa de ocupación, relevo generacional o envejecimiento de la población.

Según el informe de Tendencias de Recursos Humanos de Randstad sí hay escasez de perfiles adecuados y déficit de talento, también falta de fidelización del talento existente y climas laborales no adecuados. Los sectores que son poco atractivos tiene en común salarios poco competitivos, ausencia de oportunidades en la carrera profesional, proyectos poco atractivos o una deficiente reputación de la marca de la empresa. Los trabajadores buscan una compañía solvente y retribuciones que les permitan mejorar su nivel de vida. Quizá el déficit de talento también reside ahí.