El Ayuntamiento pide fondos para arreglar la plaza Mayor y suprimir el paso del tráfico
El proyecto, para el que se han pedido 1,3 M€ al Gobierno, recoge que el 40% de la piedra del suelo es irrecuperable
Recuerda el arquitecto Eloy Algorri, en su guía de la arquitectura de León que aquella «concesión de una licencia real para imponer un gravamen fiscal sobre el vino» obtenido en 1657, con el discurrir histórico dio lugar a la casualidad de que «se financió con alcohol el actual epicentro de la ingestión alcohólica de la ciudad». «Lo bebido por lo servido», ironiza el profesional leonés para datar los orígenes de esa plaza Mayor de León que, más de tres siglos después, presenta un estado de conservación decadente que afecta no sólo al entorno, sino que muestra que «los pavimentos de algo más del 40% de la superficie» presenten «un nivel de deterioro tan alto que no permite su recuperación», como reconocen los técnicos municipales.
Ahora, el Ayuntamiento de León, después de varios planes de parche para acallar críticas que no pasaron del papel en el pasado mandato, pese a que un informe del ingeniero de vías 2018 advierte de su inseguridad, busca resolver el problema con un proyecto de 1,75 millones de euros. Aunque la ejecución de momento se fía a que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con cargo a su presupuesto del programa 2% Cultural, sufrague 1,31 millones, el 75% de esta cuenta con la que se arreglarán los desperfectos, se eliminarán los desniveles para favorecer la «accesibilidad» tanto en el interior como en los accesos y se eliminará «de forma definitiva la totalidad del tráfico».
Lugar de referencia
A la espera de que se confirmen los fondos del Gobierno, al que se han solicitado además otros 934.590 euros para la rehabilitación del edificio del viejo consistorio asentado en la plaza, el plan redactado por los profesionales del Instituto Leonés de Renovación Urbana y Vivienda (Ilruv) recoge que, «en algo más del 40% de la superficie de la plaza », se cambiarán «los actuales pavimentos, que son los que han sufrido un deterioro irreversible, mientras que en el resto «se realizarán solo las sustituciones puntuales que resulten necesarias».
La modificación se hará después de intervenir para acabar con los problemas provocados por la estructura del aparcamiento , que se construyó «mediante unos muros de hormigón armado culminados con una losa superior sobre la que se apoya directamente el pavimento de piedra natural», como ya se explicaba en el informe del ingeniero de vías. El trabajo incidía ya en que «el tránsito» de la plaza ha provocado que «el material de relleno de trasdós haya experimentado un asiento» y, en consecuencia, se produjeran las grietas que casi devienen en escalón en las zonas norte y sur.
El proyecto afina que «se ejecutará en todo el perímetro de la plaza una losa y base que sirva de transición hacia la zona ya forjada del aparcamiento subterráneo para evitar nuevos asentamientos y desplazamientos de los pavimentos, que están provocando tanto su rotura como la pérdida de su planicidad». Sobre esta base, los planos proponen «dotar a la plaza Mayor de accesibilidad universal en todos sus accesos». El objetivo pasa por realizar «pequeñas intervenciones, tanto desde los soportales hacia los edificios históricos que conforman sus alzados, como desde esta hacia los itinerarios extramuros».
La intervención acabará con el escalón que hay ahora en las zonas norte, la más cercana a la Catedral, y la sur. La definición hace que se consiga «un tratamiento de todo el espacio de la plaza Mayor al mismo nivel», dentro de los 3.900 metros cuadrados de intervención interior, pero también en los 350 metros de los accesos, con especial incidencia en la entrada desde Caño Badillo, donde ahora sólo hay una pequeña rampa pegada al lateral del torreón de los Ponce.
Esta accesibilidad universal no se logró en la reurbanización del año 2000, complementaria a la construcción del aparcamiento subterráneo , pero en la que el Ayuntamiento de León tuvo que pagar 600.000 euros adicionales a la empresa Martínez Núñez, además de asumir los 180.000 euros de la excavación arqueológica y los 300.000 euros de la expropiación de unas cocheras. En esa intervención, como se cita en el proyecto, tampoco se eliminó «completamente el tráfico de vehículos con motores de combustión de combustibles fósiles», sino que se optó por una «regulación de zona 10». Con esta actuación, «se pretende apostar por la peatonalización completa del ámbito» y eliminar «de forma definitiva la totalidad del tráfico, con toda la contaminación y patologías que esto implica sobre los edificios que conforman el espacio urbano de la plaza Mayor de León ».
El plan se remata con nuevo mobiliario urbano. Se colocarán «carteles alusivos a la evolución urbana del recinto histórico, la plaza Mayor y sus edificios más representativos, todo ello con fines didácticos o informativos», además de que «se prevé la colocación de bancos para el descanso de los paseantes, contando en todo caso con el criterio que establezca la Comisión de Patrimonio».