«León será la imagen del futuro de las renovables en el ámbito urbano»
«La red de calor de León es una pieza fundamental, ya hay en Valladolid, también en municipios como Medina del Capo, Aguilar de Campoo pero los proyectos importantes son las de Valladolid y especialmente la de calor de León», dijo el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta y consejero de Somacyl, José Manuel Jiménez, para explicar que se tratará de una infraestructura que «prestará un suministro centralizado de energía térmica, mucho más eficiente, que permitirá eliminar los fósiles por renovables autóctona, reducir emisiones de CO2 y mejorar la eficiencia energética».
Jiménez incidió en que el proyecto de León no será sólo una red de calor, «la idea es un parque de renovables alrededor de León, un parque que pretende ser una imagen del futuro de las renovables en un ámbito urbano, un mix de energías, que se emplearán en función del momento pero que irán todas a través de la red». El consejero de Somacyl explicó que durante la noche, cuando la demanda de energía es menor, en León se seguirá generando agua caliente que se acumulará en grandes depósitos en los que no perderá temperatura y que dará respaldo durante al menos tres días si surge un problema en la red. «La planta de biogás empleará los residuos orgánicos que se generen, León sumará en breve estos contenedores específicos y tras un tratamiento previo esta materia orgánica se podrá obtener biometano, añadió, para concretar que también habrá una planta de hidrógeno verde par abastecer el transporte urbano de la ciudad y remarcó que también se aprovecharán los procesos químicos para atender a la industria química de León.
«Es un gran proyecto, un proyecto de ciudad, de futuro; será un cambio drástico pero merece la pena», remarcó el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta y consejero de Somacyl para enumerar que atenderá a 28.000 viviendas y 150 edificios, generará 350.000 megavatios hora, reducirá las emisiones de CO2 en la ciudad y eliminará las emisiones de todas las calderas, lo que tendrá un impacto anual de 86.000 toneladas menos de CO2 al año, habrá 65 kilómetros de tubería por la ciudad y un ahorro económico de 18,5 millones al año frente a los costes actuales, 500 euros por vivienda al año.