Atención Primaria reparte los cupos de los ambulatorios de León para aligerar la sobrecarga
Más de 2.500 pacientes ya han recibido una carta para redirigirles a su centro de salud por estar mal asignados en otro
Más de 2.500 titulares de tarjetas sanitarias de León han recibido ya una carta de Atención Primaria que les indica que el centro de salud donde estaban asignados no es realmente el que les correspondería por lugar de residencia. Una misiva que intenta redirigirles a la instalación sanitaria adecuada y más cercana a sus viviendas, además de equilibrar de paso las cargas de trabajo de los médicos y enfermeros de este primer escalón asistencial.
La reordenación de la red de ambulatorios de la ciudad se produce para ajustar cupos tras dos décadas prácticamente sin cambios, ya que el último gran movimiento de pacientes se produjo en 2004 con la puesta en funcionamiento del centro de salud de La Palomera, que asumió 23.306 leoneses del entorno de Nocedo, después de que un año antes la apertura de las instalaciones de Eras de Renueva generaran cambios para 30.000 usuarios de una treintena de calles de León y su alfoz, sobre todo adscritos a San Esteban y La Condesa.
Ahora, las cartas suponen trasvases de La Palomera a La Condesa especialmente, sin contar los 23.500 que abandonaron las instalaciones de José Aguado a final de septiembre para ubicarse en su nuevo centro de salud de El Ejido.
Los ajustes pretenden acabar con la ratio elevada de pacientes por profesional que registran los ambulatorios urbanos. Todos ellos superan lo recomendada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que asume el Ministerio de Sanidad, de asignar un máximo de 1.300 pacientes a cada facultativo de familia, aunque en los últimos tres años han logrado limar en mayor o menor medida ese cupo.
Los 35 recomendados
La Palomera registró la mayor tasa media de consultas por facultativo y día, con 43,2 de media
El caso más sangrante se produce en el centro de salud de La Palomera, donde cada médico posee de media 1.453 cartillas , y eso que se redujeron en 32 desde 2019. Ese año el puesto lo ocupaba el ambulatorio del Crucero, que llegó a asignar 1.504 tarjetas a sus médicos (53 por debajo en la actualidad). Eras de Renueva, con 1.360 usuarios por profesional (146 abajo) y La Condesa con 1.445 (tres menos) también destacan en esa radiografía efectuada por el Observatorio del Sistema de Salud de Castilla y León. Por detrás se posicionan José Aguado I y II, que encomiendan a cada profesional 1.244 y 1.308 tarjetas sanitarias (a pesar de restar 108 y 41 respectivamente desde antes de la pandemia). Si se amplía el espectro al alfoz, el ambulatorio de Trobajo del Camino se lleva la palma, porque cada uno de sus 12 médicos tiene asignados el mayor cupo del área de León (1.448 tarjetas) y han ganado 18 cartillas más cada uno. En San Andrés sí cumple, al manejar un cupo de 1.154 tarjetas por facultativo. Esas cifras justifican la alta presión asistencial que viven los médicos de Atención Primaria, que se complica cuando se producen bajas laborales, descansos o vacaciones y los profesionales acumulan la carga de sus compañeros. Es lo que ocurrió en La Palomera, que registró la mayor tasa media de consultas por día y facultativo (43,2) frente a los 35 recomendados. El resto superan también de media la tasa óptima, excepto en La Condesa, con 34,2 usuarios cada día. De ahí la propuesta de redistribución de primaria para equilibrar las cargas. La desproporción entre el reparto de los ambulatorios urbanos y semiurbanos frente a los del mundo rural es de tal envergadura en la provincia que un facultativo de Riaño, La Magdalena o Truchas solo tiene asignadas 243, 307 y 318 cartillas respectivamente.