Diario de León

Elena Blasco, secretaria general de CC OO: «León debe poner en marcha los órganos locales de diálogo social»

Elena Blasco, secretaria general de Comisiones Obreras en León. FERNANDO OTERO

Elena Blasco, secretaria general de Comisiones Obreras en León. FERNANDO OTERO

León

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La llegada de la madrileña Elena Blasco a la Secretaría General de CC OO de León, tras diez meses de dirección de una gestora, causó sorpresa. Con una intensa trayectoria en los órganos nacionales, hace «el camino a la inversa» para aterrizar en una provincia a la que la une una vinculación personal. Aterriza como persona de consenso para avanzar en la normalización de la situación del sindicato.

—Llega a la secretaría general de CC OO, pero aún es una desconocida para muchos leoneses. ¿Cuál es su trayectoria?

—Soy madrileña, una de las pocas generaciones ‘gatas’, con abuelos también de Madrid. Estudié Geografía e Historia en Alcalá de Henares y comencé a trabajar como arqueóloga. Siempre he estado vinculada al sindicato, desde que empecé a trabajar. En uno de los yacimientos en los que trabajé tuve que denunciar a la empresa por falta de medidas de seguridad, estaba a 9 metros de profundidad sin ningún tipo de entibación. Perdí el trabajo, y a partir de ahí mi carrera en la arqueología se complicó. Me reinventé, estudié un master de prevención de riesgos laborales. El sindicato contó con mis colaboraciones para visitar obras; y luego entré en la Federación de Construcción, Madera y Afines, en la Secretaría de Derechos Fundamentales. De ahí pasé a la Confederación, en la responsabilidad de Mujeres e Igualdad, y después de casi cinco años pasé a ser adjunta a la Secretaría de Estudios y Formación Sindical en la Confederación. Luego he sido adjunta a la Comisión Ejecutiva de Castilla y León, y de ahí a León. Son muchos años vinculación sindicatos, y desde 2013 con responsabilidad en la federal estatal. 

—¿Y cuál es su vinculación con León? 

—Es totalmente personal. Desde hace mucho León ha sido mi refugio, y de esta relación constante, cuando surgió el trance de la organización provincial, salió mi nombre. A mi también me sorprendió, pero decidí afrontar este cambio. Puede resultar extraño porque la trayectoria en la organización suele ser inversa, llegar hasta la Confederación; y yo desde ahí he venido hasta aquí. He tenido la oportunidad de trabajar en un ámbito sectorial, también en el confederal, defendiendo a todos los sectores y todos los territorios. Desde el enriquecimiento personal lo único que no tenía era el ámbito territorial. Es un reto que me ilusiona mucho.

Leonesismo
«Como parte de la sociedad somos diversos, todas las sensibilidades se tienen en cuenta»

—Fuera del sindicato ha causado sorpresa, ¿cómo ha sido su aterrizaje interno?

—Tal vez la sorpresa externa es mayor porque no se conocen las entretelas de una organización como CC OO. Cuando hay un proceso extraordinario los miembros de la gestora tienen dos objetivos: uno que la organización no se paralice y otro llegar a un congreso extraordinario con el mayor consenso posible. Ahí es donde aparezco yo. Otras candidaturas no sumaron tanto apoyo, la gestora decidió unánimemente que fuera yo. 

—¿Le ha dado tiempo ya a conocer la organización?

—A las personas sí, llevo meses con ello, no es una decisión tomada de la noche a la mañana. He conversado con quienes están al frente de las federaciones, las comarcas,... Para saber las inquietudes que tienen. 

—¿Cómo valora el trabajo de la gestora en estos diez meses, considera que la situación del sindicato está ya normalizada?

—Han hecho un buen trabajo, sin duda. Han conseguido que la organización no se paralice y llegado a un congreso extraordinario con consenso. Ignacio Fernández, que ha sido su presidente, ha dirigido sin duda una gran tarea. El trance interno de la organización ha terminado de una manera no sólo pacífica, también unida. 

—Aunque no ha dado explicaciones, la salida de Xosepe Vega se relacionó también con discrepancias de instancias superiores con su orientación leonesista. ¿Va a cambiar la reivindicación del sindicato en este sentido ahora?

—No conozco personalmente al anterior secretario general, pero creo que el trabajo realizado no estaba desvinculado del objetivo clave de CC OO, que es la defensa de todo lo que tiene que ver con la clase trabajadora. Eso nunca se ha perdido. Tal vez en las formas es donde cada uno damos nuestro toque personal, y así ha sido. Ahora no se va a producir una ruptura con ninguna de las sensibilidades de la organización, somos parte de la sociedad y como tal somos muy diversos. Todas se tienen en cuenta y son escuchadas. Pero al fin el sindicalismo de clase, que es nuestro origen, está por encima de cualquier ideología o sensibilidad. Su manera de hacer me merece todos los respetos.

El camino para León
«Debemos ser capaces de comunicar y hacer al sindicato partícipe de la realidad ciudadana»

—Hablemos de futuro, ahora tiene el encargo de poner en marcha el sindicato de cara al próximo congreso ordinario, que se celebrará aproximadamente en año y medio. ¿Cuáles son los retos que se marca?

—Un objetivo fundamental es ganar afiliados y representación en los centros de trabajo, porque eso vincula directamente con la capacidad de acción en la negociación colectiva. Aquí tenemos muchos retos por delante en esta negociación de los convenios sectoriales, aunque no estamos en una mala situación. De los 27 convenios provinciales, que afecta a unos 50.0000 trabajadores, este año sólo quedan por firmar dos, vinculados al convenio estatal. 

Ahora queda trasladar los acuerdos pactados en el quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, de ahí la necesidad de mejorar unos números que son buenos, en León somos casi 10.000 afiliados. El otro punto clave para León es que funcionen los órganos de diálogo social local, que no se han puesto en marcha. Es fundamental porque más allá de proyectos de grandes dimensiones que vengan del Gobierno o la Junta, el diálogo social local tiene actuaciones menos ambiciosas, pero que afectan directamente a todos los ciudadanos, son políticas de sanidad, vivienda, educación, formación, igualdad, conciliación,... Deberíamos dinamizarlas. Y generar una participación más directa con la ciudadanía. 

—El Diálogo Social en Castilla y León está sufriendo con la intervención del consejero de Industria, Mariano Veganzones (VOX).

—Estos personajes pretenden desligitimar y devaluar a muchas instituciones democráticas, y dañan la imagen de los agentes sociales, especialmente del movimiento sindical y de CC OO. Lo que reivindicamos, como la subida del SMI, repercute en el consumo interno, el sostenimiento del sistema público de pensiones, en el PIB,... Nuestro deber es luchar por la calidad de vida de las personas, más allá de los derechos laborales.

—La unidad de acción sindical con UGT ¿se mantendrá como hasta ahora?

—Sí, hemos tenido un primer encuentro de compañerismo en el ámbito sindical, espero que el trabajo sea conjunto.

—¿Cómo valora la evolución de la capacidad de movilización de los ciudadanos por parte de los sindicatos?

—Tenemos que trabajar la concertación social, el relato que se ha estado vendiendo ha calado. Debemos tener la capacidad de comunicar, y hacer partícipe al sindicato de la realidad ciudadana. Entonces se darán cuenta de que sólo hay un camino real para mejorar sus condiciones, y no es el que nos están contando. Es el ámbito sindical unido con las asociaciones, grupos vecinales. Es verdad que la calle es de todos, pero debemos tener muy claro lo que queremos. CC OO también está para eso, para poner toda nuestra capacidad y ser altavoz de las demandas de otros. Me gustaría que los ciudadanos se dirigieran a nosotros para buscar información, formarse, acceder a las administraciones,... Nosotros no avanzamos sólo por nuestros afiliados, sino por toda la clase trabajadora. Ya tenemos un calendario de movilizaciones importantes, de la mano de UGT. 

—Comienza ahora la andadura de un nuevo Gobierno, que ha presentado un ambicioso programa social. ¿Cuáles son las principales exigencias del sindicato?

—Hay elementos que se pactaron con el anterior Gobierno, ya están comprometidos y hay que desarrollarlos. Hay acuerdos que se han anunciado en esos pactos de coalición, y otros como la reforma laboral de diciembre de 2021 que hay que poner en marcha. Hay que generar las políticas de estabilidad en el empleo y mejora de las condiciones laborales, control de las condiciones laborales,... Hay muchos asuntos pendientes que vamos a exigir, por encima de todo que haya compromiso para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, y que el resto de la representación política tenga altura de miras

—Usted ha ocupado cargos en representación de la mujer, el movimiento feminista se ha fragmentado. ¿Cómo lo analiza?

—Yo viví a nivel confederal las grandes huelgas feministas, fue increíble. Las mujeres tenemos una mayor capacidad de concertación social que los hombres, somos de verdad capaces de  movilizar o de parar el mundo. Si estamos unidas somos un movimiento enriquecedor y revolucionario. La sociedad ha cambiado gracias a la revolución feminista. Ahora puede haber complicaciones en el mundo feminista porque se han generado diferentes sensibilidades. Deberíamos tener la capacidad y ser lo suficientemente inteligentes como para limar esas asperezas, y saber que cuando tenemos objetivos comunes y vamos hacia ello somos capaces de conseguirlo. Con lo cual las diferentes sensibilidades del movimiento feminista tendrán que convivir, eso no es nuevo, siempre las ha habido; respetarnos mucho e intentar no atacarnos, porque esos ataques los va a aprovechar algo que no queremos, la ultraderecha que nos niega la violencia, prácticamente la capacidad de raciocinio. Centrémonos en seguir avanzando y frenar a todos aquellos que no sólo quieren que no consigamos más derechos, sino quitarnos los que ya hemos conseguido.

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