El Alvia vuelve a ser un tren estrella: abre la Variante sin alta velocidad

El relato interesados y la propaganda no han bastado para tumbar a la realidad. El estreno de la Variante se hace sin la alta velocidad, por más que AVE se emplee a discreción para posicionar las referencias en la escaleta informativa. El AVE no pasa de León en la línea Asturias Madrid , que esta próxima semana se encuentra con la añorada experiencia de completar el trazado sin necesidad de cabalgar la cordillera por la rampa, tal y como ha hecho desde hace 139 años.

El AVE no pasa de León. No hace falta recurrir a la definición académica que clasifica las composiciones del servicio ferroviario de viajeros por riguroso orden de prestaciones; ni recitar de carrerilla el inventario de trenes de alta velocidad que emplea el operador público; la serie 100, las series 102 y 11, la serie 103; y la serie 106, el flamante Avril , próximamente en pantalla, (en primavera, según fuentes oficiales) para cambiar el panorama improvisado con el que se estrenan los túneles entre La Robla y Pola de Lena.

Entre tanto, la nueva vía entrará en servicio con el Alvia, que es la única solución técnica capaz de desenvolver la cadena de obstáculos de anchura que un tren debe afrontar para presentarse en la boca de la Variante y cruzarla. La segunda serie de este segmento, que se presentó en 2007 con las cabezas motoras de la segunda serie Alvia , la serie 130 y sumaron las composiciones de coches Talgo que en vía convencional se utilizaban en los recorridos entre Madrid y Gijón; y Alicante y Gijón, para renombrar los servicios Altaria y Talgo que cubrían algunas relaciones como Alvia.

El Alvia, un tren con veteranía, para una plataforma que apenas tiene más rodaje que el impone el protocolo de la seguridad ferroviaria antes de dar paso a un servicio comercial.

Es el Alvia que desde 2015 acude a diario a la liturgia del paso por el cambiador de Vilecha, que algunas veces lo atrapa como un cepo, para saltar de la vía de la alta velocidad a León a la convencional que le permite seguir camino a Gijón; el Alvia que introdujo los nuevos perfiles de la modernidad ferroviaria por el trazado de Pajares que vió en los 730 y los 130 los últimos de una era que va a liquidar la herencia ferroviaria entre León y Asturias a lo largo de tres siglos.

El Alvia , con su flexibilidad para el ancho variable, que atiende al reto de operar en una estructura de 4.000 millones de euros, que debía de poner colofón a uno de los cinco corredores en el mapa radial de la alta velocidad en España. El más lento, según los registros en los que se cubren los trayectos por estos ramales que han cambiado el panorama de la movilidad en España, especialmente desde el cambio de milenio a esta parte.

El AVE, los trenes AVE , no iban a llegar al estreno la Variante de Pajares que se manejó en otras previsiones de apertura, luego descartadas por motivos que trascendían a la propia voluntad de los políticos que manejan los hilos. El empleo del Alvia para operar el servicio de viajeros sobre la solución del triple hilo que revolcó toda la estrategia de comunicación entre León y Asturias con el cambio de Gobierno en los albores del verano de 2018, se suma a varios flecos pendientes que se acumulan en el trayecto al norte de la estación pasante de León; la adaptación del tramo de León a La Robla no se ajusta tampoco a los cánones y el criterio que la Unión Europea emplea para distinguir líneas de alta velocidad o convencionales; los tiempos, las velocidades máximas, la estructura, la seguridad y el perímetro de la vía. El Alvia es el comodín. El tren estrella de la próxima semana.