Las consultas en Primaria caen pero el abuso de las urgencias satura el servicio
La pérdida poblacional, la merma de plantilla y el abuso de las urgencias hospitalarias altera la medicina de familia
El año de la marcha minera a pie hasta Madrid; el de la reforma laboral y sus huelgas; y el que el rey Juan Carlos fue operado de una cadera tras caerse cazando elefantes en Botsuana, los centros de salud leoneses ejercían una actividad sanitaria con 4,47 millones de consultas, visitas domiciliarias y urgencias.
Era 2012. Diez años después, los ambulatorios y consultorios del área de salud de León ya sólo practican 3,56 millones de actos sanitarios, según consta en la estadística anual de Sacyl. Casi un millón menos. La explicación, más allá del deterioro que pueda sufrir este primer escalón asistencial de Primaria, se encuentra, según los expertos, en el brutal descenso de la población de la provincia, que atestiguan las 41.347 tarjetas sanitarias menos que se registraron en 2022 (429.536) frente a los usuarios de hace una década (470.883).
Otro de los motivos es la merma de profesionales , con una treintena menos de médicos de la plantilla orgánica , junto con un cierto abuso de las urgencias hospitalarias , donde un 34% de los pacientes que acuden podrían haber solventado su dolencia en el centro de salud.
Cobertura a la baja
Se han perdido 41.347 tarjetas sanitarias en una década, de las 470.883 a las actuales 429.536
La tendencia descendente en actividad asistencial global en atención primaria ha sido una constante en la última década, con un cierto repunte en 2019 y 2021 respecto a los doce meses anteriores. Las cifras recogidas por Sacyl muestran que en 2016 se bajó del escalón de más de 4 millones de actos sanitarios al de 3,9.
Al analizar las consultas destaca la merma desde los 2,38 millones que efectuaron en 2012 los médicos, los 1,43 millones de los enfermeros y los 221.348 de los pediatras, a los 1,97 millones realizados por los facultativos en 2022, con 984.411 los enfermeros y 173.841 los pediatras. En atención domiciliaria, el peso lo lleva ahora enfermería, ya que los médicos efectúan ahora uno de cada cuatro desplazamientos que se contabilizaban hace diez años, mientras los enfermeros hicieron 50.658 visitas el año pasado. Como buena noticia, en diez años se ha avanzado en la visita domiciliaria de los pediatras, de cero a 20 en 2022.
Las urgencias del punto de atención continuada han experimentado también un alza del 20% (66.502), con 340.600 pacientes atendidos hace un año frente a los 274.098 que se supervisaron en 2012.
Atención Continuada
La única que experimetó un alza del 20%, con 340.600 pacientes atendidos hace un año
«El futuro de la atención primaria y por extensión el del sistema sanitario de Castilla y León está francamente comprometido » y, o se toman medidas o se asistirá al «desmoronamiento» del eje principal de la prestación, porque una «atención primaria debilitada e ineficaz, por sus carencias estructurales y organizativas , arrastrará inevitablemente al siguiente nivel asistencial, el hospital, y finalmente a todo el sistema». Así de tajante habla desde hace meses el presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León, José Luis Díaz Villarig, quien representa a seis colectivos que están más que preocupados por un sistema que se debilita y puede comprometer la salud de la población, y para lo que exigen una reordenación, una reforma, un cambio radical del actual modelo, que ya está caducado.
«Castilla y León no puede mantener un modelo de primaria en el que coexiste el trabajo en equipo propio de los centros de salud, con el modelo de consultorios previo a la reforma impulsada por le Ley General de Sanidad», opina.
Todo ello pasa «por prestar la mejor atención al paciente en los centros de salud», dotados, equipados y resolutivos, con médicos con opciones de avanzar en su desarrollo profesional. Porque «un médico con dos sillas y un fonendo» en un consultorio local no puede prestar la misma asistencia que un equipo de atención primaria, integrado por diez médicos, enfermeros y con tecnología adecuada para ser resolutivos. «No tiene comparación», matiza.
Esto no implica que se tengan que cerrar los consultorios, sino que hay que llegar a un acuerdo político, entre profesionales, sindicatos, sociedades científicas y políticas para alcanzar un pacto que permita «dar lo mejor» a la población, que es «lo que decidamos entre todos». Por eso, insistió en llegar a un entendimiento de manera inminente, y en sacar a la sanidad de la confrontación.