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Sólo uno de cada cinco coches es de una mujer

Con un 43% de los carnés, son minoría en la propiedad de los vehículos. Su presencia es mínima en motos y vehículos de trabajo. Los jóvenes, ellos y ellas, muestran cada vez menos interés por poseer un automóvil

La tasa de mujeres propietarias de vehículos ha descendido en la última década. JESÚS F. SALVADORES

León

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Sólo un 22% de los coches de León están registrados a nombre de mujeres, a pesar de que el número de conductoras está muy cerca del de varones al volante. La potente incorporación de las mujeres a la conducción en las últimas décadas no ha cambiado el panorama de propiedad de los vehículos familiares. Son los turismos en cualquier caso la modalidad con más presencia femenina, junto con los ciclomotores y escúteres (un 20% son propiedad de féminas). Su presencia es residual en el caso de las motos, y prácticamente inexistente no ya en el caso de los vehículos industriales, sino también en el de los agrícolas. Con un dato a tener en cuenta: los jóvenes, ellos y ellas, muestran cada vez menos interés por tener un vehículo en propiedad. Los factores son diversos.

Son algunas de las conclusiones de un informe realizado por la patronal aseguradora Unespa a través de su iniciativa Estamos Seguros, de divulgación. En España las mujeres poseen el 30% de los coches en circulación, en León el porcentaje cae al 22%, y se mantiene más o menos en ese nivel en los últimos años. Aunque con una ligera tendencia a la baja desde 2020.

Cambio en los jóvenes

El informe incide en la «pérdida de interés por tener un vehículo a su nombre que se percibe entre los jóvenes. Tanto entre ellas como entre ellos». Entre los factores que determinan este cambio en las preferencias, cuando hace años tener un coche era sinónimo de independencia en movilidad, está la «proliferación de alternativas de transporte, que hace menos necesario disponer de un vehículo propio». En las grandes ciudades las redes de transporte público son cada vez más tupidas, con autobuses, metro y tranvías; pero además influye no sólo la disponibilidad de taxis sino de los vehículos de transporte con conductos (los VTC), o los coches que se alquilan por minutos.

Menos interés

En 2010 la tasa de propietarias llegaba al 45%, hoy ha bajado en más de 10 puntos

Más allá de las grandes ciudades, influye también la oferta creciente de vehículos de movilidad personal (los polémicos patinetes), así como las bicicletas, propias o de alquiler.

Alternativas que liberan de los costes asociados a los vehículos en propiedad, como son el pago de las cuotas, combustible, reparaciones, inspecciones,...).

Más allá de todos estos costes, las crecientes medidas de las políticas medioambientales influyen como obstáculos a la hora de contar con un coche propio como factor de movilidad

Los ayuntamientos

Las exigencias para reducir la contaminación impulsan a los ayuntamientos a tomar, ya desde hace décadas pero con mayor intensidad en los últimos años, medidas para impulsar formas de movilidad alternativas.

Se desincentiva también el uso del coche a través de zonas de aparcamiento regulado o áreas libres de emisiones, una cuestión de máxima actualidad en este momento.

«Todos estos factores económicos y sociales, unidos a un posible cambio cultural a la hora de establecer prioridades en materia de movilidad, llevan a los jóvenes a mostrar una menor predisposición a contar con un coche a su nombre de la que tuvieron las generaciones de hace 10, 20 ó 40 años».

Tres veces más

El año pasado había en España un millón de conductoras de más de 65 años, frente a 2010

Un cambio de tendencia en las jóvenes que no evita que el número global de mujeres titulares de un vehículo vaya al alza en España. A finales de 2022 eran 8,4 millones, millón y medio más que en 2010. Una situación que se debe al «avance de las ‘primeras conductoras’ entre las cohortes senior, no a las jóvenes». El año pasado había en España un millón de conductoras de más de 65 años, mientras que en 2010 eran 336.000, apenas una tercera parte.

El informe se realiza con la información que suministran las pólizas de seguro de los automóviles, que identifican al conductor de referencia asociado al vehículo. Ese ‘primer conductor’ suele ser el propietario.