El puente que hizo Adif para el paso de 16.000 vehículos en San Andrés lleva tres años cerrado

Huérfano de apertura durante tres años , el puente que salva las vías desde la avenida de San Ignacio de Loyola hasta la zona de La Pontona de San Andrés del Rabanedo sigue cumpliendo meses sin uso, ante la cada vez más desinflada mirada de sus vecinos. Un desánimo que busca ‘taponar’ el nuevo gobierno leonesista con un informe encargado hace escasas semanas a Urbanismo sobre las opciones para poder levantar la bandera a la circulación en ese vial de dos carriles y tablero de 13,9 metros de anchura que ahora acumula maleza.

La alcaldesa, Ana Fernández Caurel, confirmó a este periódico el pasado 29 de noviembre, mientras a upaba un cartel pro soterramiento ante las autoridades que iban en tren a estrenar la Variante de Pajares, que había pedido ese informe al arquitecto municipal «porque no tengo que fiarme de lo hecho con anterioridad y quiero saber cómo está el puente con mis propios datos».

El caso es que la falta de una cita con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tras seis meses ya de Gobierno en el municipio le ha supuesto a la regidora varios tirones de oreja por parte de la oposición. Su equipo defiende que hasta el 20 de noviembre no fue nombrado el ministro de Transportes y esos días también se produjo el relevo en la presidencia de Adif. De modo que la petición de una reunión se fue posponiendo por la tardanza en acceder al cargo el nuevo Gobierno de la nación.

Y es que el gafe persigue al vial de San Juan de Dios, que sigue cerrado a cal y canto desde que hace 36 meses concluyeron sus obras tras una inyección económica de 2,6 millones de euros. San Andrés del Rabanedo y Adif se enredaron durante el mandato socialista en quién, cuándo y cómo se abre el paso, que daría salida a 16.000 vehículos y ahorraría un gran rodeo al 75% del tráfico que ahora continúa por Pinilla.

El gafe comenzó con la irrupción del coronavirus, que dilató el arranque de la obra; prosiguió con la explicación quijotesca de que no se abría porque la rotonda más cercana al Ayuntamiento no daba «la talla» para distribuir con seguridad la circulación y que previsiblemente quedará aplastada bajo unos nuevos carriles; y continuó con un encaje de bolillos administrativo para salvar el escollo de la transferencia porque Adif se había encargado de la obra , pero también de las expropiaciones. Tras esos múltiples retrasos, todo parecía que iba sobre ruedas para abrirse el pasado mes de mayo, pero llegaron las elecciones municipales y el vuelco en el sillón de mando de San Andrés, que desplazó al PSOE y colocó a UPL, lo que volvió a revolver los plazos. La nueva Corporación leonesista puso en duda la oficialidad de los borradores y fía a una próxima reunión con Adif, que carece aún de fecha, el ver, tocar y probar la bondad de lo escrito para aceptar los 800 metros de viales de conexión y el puente.

Una infraestructura que posee «flecos», según detalló la Policía Local de San Andrés en un informe, en la señalización, el corte abrupto del carril-bici contra una valla metálica a un metro del suelo y en el peligroso paso en la presa del Bernesga. UPL heredó esa bola, pero medio año después no ha podido tampoco digerirla, porque como bien sabe el municipio, las cosas de Adif en San Andrés van despacio. Con el informe que ha encargado la alcaldesa, la idea es disponer de las claves para resolver «cuanto antes» cómo se puede abrir el famoso puente y cómo frenar su deterioro por la falta de uso y mantenimiento.

Otra cuestión será instar la construcción de los dos carriles extra como estaba previsto para que el puente sirva de verdadera ronda a los vehículos.