Las autopistas leonesas entrarán en 2024 con subidas en el peaje
- No habrá compensación inflacionista, y el Gobierno tiene margen para elevar más las tarifas
Los peajes leoneses experimentarán una nueva subida con el cambio de año. Las tarifas crecerán un 4% en la AP-71 y la AP-66, en consonancia con el ajuste general, que deriva del vínculo del índice de precios al consumo y el balance de tráficos que presentan las concesionarias. Las tarifas van a crecer al menos cuatro puntos porcentuales a partir del 1 de enero, porque se aplicará el efecto del IPC; y además, según apunta la agencia Colpisa, el Ministerio de Transportes tiene margen para subir más esa cifra en compensación de las operaciones que se aplicaron para atenuar la subida del último año.
En diciembre de 2022 se determinó que el alza de los precios de los peajes en 2023 sería del 4% en lugar del 8,4% que correspondía en función de los parámetros de una inflación galopante.
Esa limitación tenía el objetivo de suavizar el que hubiera sido el mayor incremento de las tarifas de las autopistas de la historia, un coste poco asumible para los usuarios en un momento de crisis inflacionista.
Compensación
El Gobierno enjugó hace un año la mitad de la cuantía en medio de una crisis inflacionista
Ahora la subida del 4% afectará a todas las autopistas con peaje y el Estado seguirá compensando poco a poco a las concesionarias por lo que han dejado de ingresar en 2023 por la limitación de la subida pactada con el ministerio. En ese acuerdo se decidió que el Estado subvencionaría entre 2023 y 2026 parte de estos ingresos no percibidos por la contención de las tarifas con una línea de financiación de 23,3 millones de euros.
Dado que la subida de tarifas es acumulativa, se repercute nuevamente al usuario la diferencia que no abona en 2023, ejercicio en el que estaba previsto que subieran en torno al 8,38% por la inflación, «aunque poco a poco, para que pueda ser asumida en mejores condiciones por los ciudadanos», explican desde el ministerio de Transportes. Es decir, que lo que no se ha pagado en 2023 se irá pagando después. Las concesionarias de la red de 1.500 kilómetros de peaje estatales (las principales son Abertis, Itínere, Glovalbía y Ausol), que facturan alrededor de 1.500 millones de euros al año, no aceptaban perder la mitad de lo que hubieran facturado en 2023 si se cumpliera con la subida ligada al IPC. Por ello, tras una intensa negociación, el Ministerio de Transportes estableció esa compensación para ellas, aunque muy alejada de la que solicitaban.