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Guardias civiles desvelan que los agentes trabajan en dependencias inmundas y peligrosas

-IGC considera que gran parte de los cuarteles son peligrosos por su mal estado de conservación

Estado del cuartel que acogió a guardias del GRS durante los conflictos de Cataluña. ARCHIVO

Publicado por
A. Espinosa
León

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Independientes de la Guardia Civil (IGC) denunció ya en julio "la dejadez" por parte de la Dirección General de la Guardia Civil en el mantenimiento de muchos de sus acuartelamientos repartidos por todo el territorio nacional, lo que entraña graves peligros para los agentes y usuarios civiles que utilizan las instalaciones.

Al desalojo y posterior derrumbe controlado el pasado mes de septiembre del acuartelamiento de Cartagena (Murcia) debido a sus graves daños estructurales, se suma ahora el acuartelamiento palentino de Herrera de Pisuerga, el cual obligará en esta ocasión al desalojo de 11 familias, las cuales se ven obligadas a buscarse un realojo.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso esta asociación, desde la DGGC se ha ofrecido un realojo a las familias afectadas en otras dependencias oficiales situadas a más de 75 kilómetros de distancia, lo que supone un grave perjuicio para la conciliación laboral y familiar.

Independientes de la Guardia Civil considera que las restricciones presupuestarias que se han mantenido en los últimos años en el mantenimiento de las infraestructuras de la Guardia Civil se están manifestando en hechos tan graves como los sucedidos en Cartagena y Palencia.

El Instituto Armado cuenta en la actualidad con cerca de 2.000 casas cuarteles repartidas por todo el territorio nacional, de las cuales casi una tercera parte de ellas fueron construidas hace más de medio siglo. Este hecho supone que gran parte de estas construcciones requieren de un especial mantenimiento que posibilite su uso y mantener unos estándares de calidad que permitan afrontar el paso del tiempo.

Algunos de los materiales y técnicas constructivas empleadas hace 50 años no cumplen los actuales estándares de calidad y a ello se suma el daño producido por el natural paso del tiempo, lo que se traduce en muchas ocasiones en dependencias potencialmente peligrosas para los guardias civiles que las utilizan durante su jornada laboral y también para el personal civil que acude a realizar diversos trámites a las dependencias policiales.

Si bien hasta el momento solo se han producido daños materiales y no se ha tenido que lamentar ningún daño personal, entendemos que se debe realizar una inversión de mayor de calado por parte de la Administración para la reforma y mantenimiento regular en todas las infraestructuras públicas.