El belén, un proyecto común de los vecinos de Fontecha del Páramo

Es Navidad. Por estas fechas proliferan los belenes por todos los rincones de la provincia. Los hay de todo tipo, pero algunos, como el de Fontecha del Páramo, destacan por sus peculiaridades o, incluso, por una simbología especial.

En los soportales de las antiguas escuelas, los vecinos de esta pequeña localidad han recreado una escena típica de los años cincuenta. No falta la indumentaria típica de la época, el brasero, un puchero cociendo patatas, el mobiliario... hasta una primera página del Diario de León de 1950 «que apareció en el fondo de un armario de mi abuela», afirma Graciela, vecina del pueblo que se encarga de la organización.

Destaca la colaboración e implicación de los vecinos, especialmente de la gente mayor, «hasta una señora de 94 años ha estado preocupada de traernos cosas y ayudar todo lo que podía», señala. 

El proyecto cumple así también una labor social, que hace que los mayores se salgan de sus casas, vean que el pueblo está bonito, y se sientan mejor.

Todo surgió durante la pandemia, explica Graciela, cuando el Ayuntamiento de Valdevimbre organizó un concurso para que todas las localidades del municipio decorasen sus pueblos. Pero este año dejó de realizarse. «Pero nosotros en Fontecha, vamos a seguir haciéndolo. Es un proyecto común. Queremos seguir diciendo que Fontecha está ahí. Es una forma de dar visibilidad a los pueblos. La entrega de los vecinos no tiene precio», asegura.

El belén de Fontecha puede visitarse en cualquier momento durante todas estas fiestas. Desde el pueblo, a un cuarto de hora de León, animan a todos a acercarse, que también tiene muchas de sus casas decoradas. Es una forma de hacer pueblo, de luchar contra el olvido de eso que llaman la España Vaciada.