San Marcos no está en la lista de actuaciones de Paradores hasta 2026
El retraso acumulado en la segunda fase no tiene perspectivas de corrección a medio plazo
San Marcos no alcanza a ver el final del desierto que tiene por delante mientras espera aún por la segunda fase, que es la coletilla manida que en los últimos seis años recuerda que la reforma del Hostal no cumplió con todas las previsiones.
El relevo en la presidencia de Paradores no parece haber contribuido a estimular el optimismo entre la plantilla del Parador de León, primer colectivo en alertar de los desfases entre promesas, previsiones y ejecución de obras, que luego han terminado en hacerse realidad; primer colectivo en demandar la actuación de la segunda fase, por la salud competitiva del Hostal San Marcos en el panorama de la oferta turística de León, también en el concepto de la red de Paradores, donde llego a no tener a ninguno otro hotel por encima en el escalafón.
Una de los detalles que más desanima a la plantilla del Hostal es que San Marcos no está en ninguna lista de actuaciones, reformas, rehabilitaciones y modificaciones estructurales en la red de Paradores hasta 2026. Al menos, los dos próximos años, quedará baldía esta opción, en todos los niveles posibles, incluso el administrativo, con el que enreda el Gobierno desde que volvió a introducir el factor proyecto en la ecuación de retraso. «Haremos un proyecto para definir las necesidades y las condiciones», apreció la ex ministra Reyes Maroto unos días antes de dejar el cargo de Industria para poner rumbo a la candidatura socialista en el Ayuntamiento de Madrid.
Aquella fue una larga cambiada en las perspectivas para el futuro de la segunda fase de San Marcos, que se fiaban a un comité de expertos que estudiaran las necesidades del sector turístico en León, «alojativo», en términos empleados por el propio Ministerio.
Raquel Sánchez se hace cargo de la presidencia de Paradores en sustitución de Pedro Saura; los propios empleados del Hostal San Marcos reconocer no haber hablado una sola vez con él sobre estas causas pendientes en el Parador leonés, que regresó a la actividad limitado en todas sus líneas, de oferta de alojamiento, restauración, banquetes o convenciones.
Esta resta tiene su traslado a la parte laboral, en una espiral que termina por colocar a este referente de la hospedería de la red de Paradores en España en la posición corriente de la media de la cadena.
La segunda fase de San Marcos lleva ya un retraso de seis años con respecto a las mejores previsiones, que eran aquellas que dieron por hecho que las obras se iban a compaginar de forma simultánea con las actividad de la zona noble, ya restaurada.