El retraso de año y medio en la oposición duplica las plazas para la Policía Local

Cuando se citó, en julio de 2022 , la oposición para Policía Local del Ayuntamiento de León hablaba de 13 plazas. Pero, un año y medio después, demoradas las pruebas por problemas meteorológicos, reclamaciones y estancamientos en los cajones de los despachos, la convocatoria abarca ya 31 contratos, a razón de 42.623,94 euros de coste total anual cada uno. Apenas se quedarán fuera 7 de los 38 aspirantes que en este tiempo, superadas ya cuatro cribas, sobreviven de un proceso que se abrió con 485 opositores apuntados para entrar a formar parte del cuerpo municipal de seguridad.

El engorde se acoge a la coletilla con la que se apostillaba en las bases de la convocatoria que podría «ampliarse el número de plazas de la convocatoria con las vacantes que se produzcan en el cuerpo de Policía Local de este Ayuntamiento antes de la finalización del concurso-oposición». La puerta abierta en el documento hace que en este tiempo el equipo de gobierno de José Antonio Diez haya hecho dos adiciones: la primera hace un año, cuando se metieron 8 más, y la segunda esta pasada semana, después de que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) asentara la suma de las 10 que fueron aprobadas dentro de la Oferta Pública de Empleo del ejercicio 2023.

Los dos apéndices hacen que la convocatoria incluya como suma «un total de 31 plazas, 22 en turno libre y 9 reservadas para el turno de movilidad», como se expone en el decreto. No habrá más ya, salvo que in extremis las reclamaciones que hay en marcha por los exámenes psicotécnicos determinaran una paralización que pudiera extenderse otro año más.

Aunque este reparto no podrá cumplirse. No quedan tantos aspirantes del turno de movilidad como plazas se les reserva. Tan sólo han superado las pruebas 4 de los 16 opositores iniciales, que deben pertenecer a alguno de los cuerpos municipales de seguridad para agarrarse a esta vía. Seis cayeron en las físicas, dos se quedaron en el examen de conocimientos y tres más fueron declarados no aptos en el psicotécnico, pese a que habían pasado una prueba de estas características cuando tuvieron que opositar en su día a sus Policías Locales de origen.

Las cinco plazas de las nueve totales que sobran del turno de movilidad se añadirán a las dispuestas por el libre. Este extra hará que al final entren en el cuerpo municipal de seguridad dependiente del Ayuntamiento de León 27 nuevos agentes policiales. Todos, incluidos los siete con las notas más bajas que por el momento se quedan fuera de acceso a la administración, cuentan ya con el certificados de aptos también dentro del reconocimiento médico realizado para acreditar que cumplen con las condiciones marcadas en las bases de la convocatoria.

El siguiente paso para la incorporación se dará ahora con su entrada al nuevo turno de la academia de Policía de Ávila que se inaugura el 31 de este mes. Los cuatro del turno de movilidad se librarán de este requisito, dado que ya han pasado la formación pertinente, pero además se saltarán el paso otros ocho opositores que, aunque se presentaron por el turno libre, ya tienen la condición de agentes municipales.

La ventaja hace que el Ayuntamiento pueda contar ya con 12 agentes en León a lo largo del mes de febrero. Su entrada aliviará las necesidades alertadas por los sindicatos, que esperaban que las primeras entradas se hubieran producido hace año para dar abasto con los servicios programados que, ahora, no se cubren en su totalidad.

Mayor desahogo habrá cuando se alisten los 19 que irán a la academia, donde estarán seis meses. La formación se completará con otros tres meses ya en el Ayuntamiento de León que empezarán a contar desde agosto. Para entonces habrán pasado dos años desde la convocatoria, en la que se tardó seis meses desde la apertura hasta que se hicieron las primeras pruebas físicas y luego todo se dilató de manera agobiante para los implicados. La costumbre se repite ya de veces anteriores. En la última, que sumó 25 agentes hace ahora cuatro años, la oposición se cerró un mes después de que empezara la academia y los aprobados, con plaza ya confirmada, se quedaron un año atrapados en la maraña administrativa.