El hombre que lo dijo todo con tan solo Siete Palabras

Con Eduardo de Paz se fue anoche una parte de la historia de la Semana Santa. Y de la de León. El fundador de la cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz falleció en León a los 88 años tras un periodo de problemas de salud. El personaje singular de 2019, nunca mejor bautizado. El bracero de la Oración en el Huerto de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. El impulsor del Centro Internacional de Estudios de la Semana Santa de León. El integrante de la Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro. El papón en suma dejó un recuerdo y un legado.

Abogado de profesión, al juicio final se lleva al cielo su carácter indomable, Siempre inconformista y más recio en las formas que en el corazón, De Paz y el Cristo de los Balderas se funden desde hoy en un abrazo para hacer frente a la inminencia de un miércoles de ceniza que, solo podía ser así con él, se celebra el día de San Valentín porque un enamorado de la cruz no merecía menos coincidencia.

Deja su ausencia huérfana a una generación de papones, los mismos que hicieron de la etapa de la Guerra Civil el trampolín para que lo que hoy son las procesiones, tuviera el impulso que también le proporcionó a la semana de pasión gente como Guillermo Pintor y todos aquellos que lograron el pequeño milagro de hacer ayer lo que se ve hoy. 

Premiado por la Asociación La Horqueta, Eduardo se va con la misión cumplida de ver en la calle los siete pasos que dan nombre a la tricolor penitencial y el Encuentro Nacional de Cofradías convertido ya en papel de hemeroteca. Deja estirpe en León con alma de incienso y cuerpo de deportistas, que a todos los oficios alcanza el linaje de una familia de tronío. Sobra el deseo de que descanse en paz. Lo lleva bordado a fuego. Hasta en el apellido.