EL MOTOR EN LOS GENES
La joven mecánica de Villoria que rompe moldes en la automoción
La joven de Villoria de Órbigo recibe un nuevo premio por su currículum tras estudiar el ciclo de automoción y se forma para ser profesora de FP
A Andrea Gutiérrez Santos no hay reto que se le ponga por delante. Esta joven de Villoria de Órbigo no rompe los esteretipos, los hace explotar en mil pedazos. Después de conseguir el pasado verano que la Junta de Castilla y León reconociese su valía en los premios que convocan la Consejería de Educación, CaixaBank Dualiza, Fundación ASTI y Fundación Empresa Familiar de Castilla y León que busca romper la brecha de género en titulaciones de FP y la excelencia, la joven leonesa lo ha vuelto a hacer.
Con un expediente con una nota media de 9 en el ciclo de FP de grado superior en Automoción, que estudió en el Giner de los Ríos, ahora su empuje a la hora de continuar con su pasión por la mecánica, a la vez que continuar con la profesión familiar, le ha llevado a ser reconocida con el primer premio que concede el grupo Itelevesa en honor a Carmen Fernández Vázquez, la primera ingeniera que trabajó para la entidad. El premio académico con el que se ha alzado Andrea Gutiérrez fue el de Mejor expediente de automoción 2023 en una gala en la que la empresa también reconoció los currículum y premió otras categorías como la universitaria o, incluso, en la etapa de Primaria.
La vinculación de Andrea con la automoción está casi en sus genes. Se ha criado en el taller mecánico que regenta su familia que el año pasado cumplió un siglo de historia y en el que trabaja desde hace cuatro años. Pero esta joven tampoco ha dejado de formarse. «Actualmente estoy estudiando el máster de profesorado en la Universidad Alfonso X y ya estoy en las prácticas para profesorado de FP, que realizo en la Escuela San Francisco», precisa esta joven para incidir en que se sigue formando como docente de la Formación Profesional para el empleo.
La pasión y ánimo
Al ser la ganadora del premio de Itevelesa, la leonesa ocupó la mesa presidencial de la comida de la gala en la que se entregaron los galardones. Andrea y su pareja Daniel Pérez Álvarez compartieron mesa con el director del grupo Itevelesa, Jesús García Gil. Como premio, una dotación económica, un trofeo y un diploma que reconocen su valía como mecánica y a la que no suma sólo la teoría, también la práctica y la experiencia que continúa sumando mientras ejerce ya su profesión.
Cuando concluya su formación para convertirse en profesora de FP, ella apuesta por «compaginar dentro de lo posible» su trabajo en el taller familiar Hermanos Gutiérrez con la docencia, para seguir ayudando a romper estereotipos, impulsando la Formación Profesional y transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones de mecánicos y mecánicas que quieran dar el salto a ese mundo que a ella tanto le apasiona. Además, como ya incidió cuando la Junta le concedió el premio anima a todas las mujeres y niñas a que estudien lo que les apasiona, sea del campo que sea, aquello que les fascine y que no tengan vergüenza ni se dejen guiar por los estereotipos.