Alejandro García, abad de Minerva: «Recuperamos la banda de cornetas y tambores y algún día tendrenos agrupación»
Cumple el próximo domingo (Iglesia de San Martín, 12.00 horas) un sueño que venía anhelando desde hace muchos años. El sesise de La Piedad pasa a hacerse cargo de la cofradía que según algunos historiadores fue erigida en primer lugar entre las de la Semana Santa de León. Minerva y Vera Cruz está de estreno.
—¿Qué supone poder llegar hasta aquí en una cofradía como la suya?
—Es el culmen de muchos años de preparación, llevas muchos años esperándolo. Yo llevo 50 años en la cofradía como hermano, desde 1977 y he pasado por todas las fases, tanto en la cofradía como en el barrio de San Martín. He estado de monaguillo cuando era pequeño, pasé luego al equipo de montaje y finalmente en el año 2007, entre la junta de seis. Fueseis de montaje antes y seis de la Piedad
—¿Cómo alcanza un bracero la convicción de dar el paso al frente y situarse a la cabeza de un proyecto de estas características?
—Es un proceso natural. Tú trabajas en la base y al final hay quien se fija en tu trabajo y te propone para entrar en la Junta de Seises. Somos gente que estamos trabajando desde la base y lo más normal es que llegue un día en el que acabas en la Abadía. A veces se logra y otras no.
—¿Hay algún proyecto especialmente importante entre manos para llegar a la categoría de iniciativa inmediata?
—Hay proyectos que demuestran que la cofradía está muy viva. Estrenamos banda de cornetas y tambores, siempre hemos sido una cofradía muy metida en ese tema, de hecho fuimos la segunda cofradía de la ciudad en tener banda, solamente se nos adelantó la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero. En 1960, se estrenó la primera banda con cuatro tambores y a partir de 1981 ha habido banda ininterrumpidamente hasta 2017, cuándo es el deshizo la banda. Es una banda muy implicada, ahora es de cornetas y tambores y la intención es que algún día sea una agrupación musical. El problema es que tenemos una ciudad con mucha tradición de bandas y de mucha calidad. León tiene una calidad musical tremenda, hay unas bandas muy buenas y sabemos que hay gente que tiene que ilusionarles y que tienen que venir al proyecto. La cofradía ronda los 1.800 hermanos y nuestra voluntad sería llegar a los 2.000. Siempre buscamos engrandecer la cofradía, pero salimos de donde salimos y no podemos hacer mucho más por temas logísticos. Las imágenes siempre tienen necesidades en materia de patrimonio, el año pasado restauramos el Cristo de la Agonía, pero siempre pasa lo mismo, chocas con la parte económica. Hay urgencias porque hay pasos que están mejor y otros que están peor. Este año solamente salimos el Lunes Santo y el Miércoles Santo más las dos festividades de la cofradía, La Exaltación de la Cruz y el Corpus Chico.
—Llama la atención el auge que está tomando el Corpus Chico y se debe a una concatenación de factores que han dado muy buen resultado...
—...decidir poner hombros el paso del Santísimo y la implicación de los hermanos han sido fundamentales en estos años. Y la Declaración de Interés Turístico Regional del Corpus chico ha sido un espaldarazo importante.
—De los recorridos ¿hay intención de alguna modificación?
—No pensamos cambiar los recorridos, quitamos la calle del Cid el año pasado que personalmente a mí es una decisión que no me gusta pero que acato y hemos quedado muy contentos.
—De forma recurrente y con más estridencia que fondo real resurge el debate sobre la inclusión de mujeres en la puja. ¿Cómo está el asunto?
—Desde la humildad que me caracteriza, digo que me gustaría favorecer los debates y este es uno de ellos. Minerva tiene hermanas, pero hay que estudiar si que pujen se trata de un debate real o es una corriente dentro de la cofradía y comprobar qué posibilidades hay. Nosotros lo consultaremos con el Obispado, pero lo que deberíamos de hacer es favorecer el debate. Es verdad que últimamente se ha hablado mucho de eso. Una de las misiones de la Junta de Seises es favorecer ese debate. Nosotros como Junta de Seises y yo cómo abad queremos favorecer el debate, como cuando hay que cambiar un trono. La vida de la cofradía no se queda en eso y hay que hablar de todas las cosas, y parece que al final por mucho que hagas siempre quedo desdibujado y recuerdo que la palabra la tienen los hermanos y no la Junta de Seises. Quiero ver si es un debate real o está solo en los medios de comunicación.
—¿Cuál debería de ser el horizonte de la cofradía?
—Tiene que pensar en estabilizar lo que tiene y mejorar dentro de lo posible la calidad de las imágenes. Creo que la semana Santa de León está en el momento de estabilizar lo que tiene y de buscar la colaboración de otros estamentos de la ciudad, pero eso ya es una decisión de terceros.
—¿Será una realidad algún día el Museo de la Semana Santa en los términos en los que fue concebido?
—Es un asunto de la Junta Mayor en la que no participo. Mi pálpito es que el proyecto acabará saliendo adelante y creo que lo que nos puede condicionar el tema económico.
—¿Guarda algún momento especialmente destacado de las procesiones?
—Recuerdo de forma emotiva, siendo pequeño, que yo tenía cinco años, vi recogerse La Urna que llamamos nosotros y el momento de solemnidad de sobrecogió especialmente. Yo la procesión entera no la hacía, seguro que había venido de casa y viendo pasar el Santo Sepulcro en Palat del Rey.
—¿Hay alguna previsión de posible sorpresa en el aire en forma de iniciativa?
—Tenemos un proyecto importante para este año. Hay dos cofradías en León que cuentan con una reliquia de la Veracruz y nosotros somos una de ellas. Nos lo abonó el obispo Almarcha de Santo Toribio de Liébana y desde 2017 la tenemos en el ábside de San Martín. Queremos mejorar el lugar donde se encuentra, pero para eso necesitamos contar con patrimonio y con el Obispado de León.