Los morados quieren ser ave fénix
El portavoz nacional de Podemos, el leonés Pablo Fernández, con la mira ya en el parlamento de la UE, repasa el viaje del partido desde su fundación hasta hoy, marcado por escisiones y divisiones
Han pasado diez años ya desde que Podemos se constituyera como agrupación política para introducir aquellos reclamos que surgieron del 15-M en el sistema. Lo que se fraguó el 17 de enero de 2014 a nivel nacional tuvo su consecución en León a principios de febrero, de la mano del que hoy se ha convertido en el portavoz de la formación a nivel nacional, Pablo Fernández.
Diez años después, el leonés hace un balance de la evolución de la formación morada, marcada por las crisis, las divisiones y las escisiones «que han sido retransmitidas casi en tiempo real y se han hecho públicas, lo que también nos ha perjudicado. Estas luchas intestinas ocurren en todos los partidos políticos, pero en el caso de Podemos han sido públicas». Fernández remarca que en 2015 consiguieron «irrumpir» en el panorama político, pero que en los últimos años la formación ha entrado en un «declive electoral» que achaca, también y fundamentalmente, «a los ataques sufridos» durante estos años y la salid de líderes como el propio Pablo Iglesias, Yolanda Diez o Íñigo Errejón.
Ahora, Podemos tiene la vista puesta en las próximas elecciones europeas, comicios con los que se estrenaron el 24 de mayo de 2014 consiguiendo 17.451 votos en la provincia de León y el 8,15% del respaldo a nivel autonómico. Un año después, en las elecciones a las Cortes autonómicas, Podemos logró «un éxito incontestable» sentando en las bancadas a diez procuradores a los que Pablo Fernández suma los cuatro ediles que alcanzaron las dos formaciones que se presentaron en León: León Despierta y León en Común.
«Ahora estamos inmersos en un proceso de fortalecimiento, en León ciudad hemos subido en el número de militantes y en Castilla y León nos encontramos en la misma fase», precisa, en relación a que desde entonces la representación ha ido a la baja, pasando de 10 a 2 procurados y a un único representante, el propio Pablo Fernández, quien se presentó por Valladolid y no por León, en las elecciones autonómicas de 2022 ya bajo el paraguas de Unidas Podemos, mientras que en el Ayuntamiento de León han perdido el único concejal que se alcanzó en las municipales de 2019 bajo las siglas de Podemos Equo.
Pablo Fernández recuerda con «cariño» aquella reunión que dio origen a la formación en la plaza de las Cortes, marcada por el «frío, la ilusión y la esperanza». Ahora, con responsabilidad a nivel nacional, apuesta por que los morados se rearmen y aunque reconoce que se «han cometido errores» considera «los bulos, las mentiras, las insidias y los ataques del poder judicial y los medios de comunicación» como la primera causa de la decadencia del partido en los últimos años.
«Las próximas elecciones serán las europeas y esperamos mejorar los resultados», avanza, para incidir en que Podemos «aún tiene mucha labor que hacer y mucho recorrido por delante». «Hemos cambiado la política española, transformado un país y la vida de miles de personas», remarca el político leonés, para replicar estas palabras en el ámbito local y autonómico, pese a que salvo en Ponferrada (con dos ediles) no han logrado entrar en ningún gobierno de las grandes poblaciones de la provincia de León.
Fernández insiste en que ha sido Podemos quien ha desbaratado el bipartidismo que ha reinado desde que España entró en la democracia y que actualmente «la política española no se entiende» sin la formación morada que tuvo como primer líder a Pablo Iglesias. «Hemos hecho un buen trabajo a nivel municipal y también en las Cortes de Castilla y León», precisa para recordar que su espinita siempre ha sido el medio rural, donde no han conseguido respaldo. «Somos un partido joven y nos ha costado tejer una estructura en los pueblos, porque exigía recursos que no teníamos», explica no sin olvidar que una de sus principales vías de comunicación han sido las redes sociales.
De cara a las próximas municipales, en el horizonte de 2027, Pablo Fernández concreta que la formación en León está organizando los círculos de San Andrés, Villaquilambre, Ponferrada o León capital. «Un trabajo de hormiguitas» para conseguir recuperar los asientos perdidos y «llegar a la Diputación». «Hemos marcado un antes y un después y muchas cosas en el escenario político nacional y local», dice.