Villaquilambre plantea unas cuentas de 16 M€ con el 50% hipotecado en nóminas
El presupuesto crece un 9% al incluir 700.000 € de basuras y un crédito para la zona de los Adiles
El tripartito de Villaquilambre (PSOE-UPL-Podemos) plantea para este 2024 un presupuesto cercano a los 16 millones de euros, con el hándicap de que el 50% de esa cuantía ya la engullen las nóminas del personal (8,2 millones). El gasto de la plantilla ya registró en 2020 un aumento al subrogar a los 50 trabajadores de limpieza viaria y liquidar el contrato con la concesionaria, que se prorrogaba desde 2014. Una municipalización que ahorra 200.000 euros anuales en el servicio.
A ellos se sumaron los 18 empleados del Polideportivo de Navatejera en 2022, cuyos contratos asumió el Ayuntamiento al hacerse cargo de la gestión de las instalaciones y del mantenimiento de esta infraestructura.
En un año «de estabilización y ajuste para que el siguiente sea inversor», según lo define el alcalde, el socialista Jorge Pérez, las cuentas del municipio crecen un 9% respecto a las de 2023 al incluir un crédito de 375.000 euros para soterrar la línea de alta tensión del entorno del colegio de Los Adiles y añadir 700.000 euros para la nueva gestión de los recibos de las basuras que asume el Ayuntamiento tras la disolución de Gersul, el consorcio que venía encargándose de esa tarea.
A priori, los vecinos del municipio seguirán pagando la misma cuota por la recogida y gestión de los residuos sólidos urbanos en 2024 que cuando la asumía Gersul. Así al menos se aprobó en un pleno el pasado noviembre por unanimidad de los grupos políticos.
El equipo de Gobierno anterior (PP-UPL-Vive-Cs) optó en febrero de 2023 por prorrogar el presupuesto de 2022 ante la cercanía de las elecciones municipales y firmó unas cuentas de 14,5 millones de euros donde la plantilla municipal copó el capítulo de gasto más abultado en cuantía (7,8 millones), que este año crece al sumar el IPC.
En lo referente a los ingresos, la gran mayoría de las aportaciones que recibe el Ayuntamiento proceden de los impuestos, tanto directos, seis millones, como de las transferencias corrientes, 3.883.797,63 euros. En ese sentido, una de las primeras medidas que adoptó el equipo de Pérez fue elevar el IBI y recuperar la plusvalía para ingresar casi un millón más «y poder afrontar los gastos que hay y encontramos», indica el regidor.
«Trabajo y seriedad»
Pérez asegura que cuando accedió al sillón de mando se topó con más de medio millón de euros de desequilibrio presupuestario, por lo que se impone «el trabajo, la seriedad y la responsabilidad política», ya que las consignaciones presupuestarias para 2023 «eran insuficientes para cubrir gastos como la electricidad, el gasóleo y el combustible para los vehículos». La contratación de dos préstamos en la legislatura anterior suponen un incremento anual de gastos financieros de 150.000 euros, aunque Villaquilambre ha logrado aligerar de forma sustancial la mochila de deuda que acarreaba desde 2012, ya que los 12 millones que lastraban entonces sus arcas se han convertido en 2,69 millones tras cumplir un plan de ajuste continuado en la última década. En 2012 el endeudamiento de Villaquilambre suponía un 109% del presupuesto municipal, lo que implicaba estar atados de manos para pedir préstamos, acometer obras o pagar a los proveedores.