La deuda de Adif enquista el soterramiento en Trobajo con el nuevo criterio del ministerio
Puente predica una nueva doctrina sobre la integración de las vías, basada en criterios de rentabilidad y necesidades
Vecinos y miembros de la plataforma por el soterramiento de Trobajo, junto a la valla del tren. FERNANDO OTERO
El nuevo criterio del Gobierno de España con la política de integración del tren en las ciudades no cambia la postura mantenida hasta ahora con el soterramiento de Trobajo . Pero añade otro punto de comparación para que León se mire en el espejo del agravio.
Más de 700 millones para soterrar las vías en Bilbao; y cero euros para rebajar la cota del ferrocarril en Trobajo del Camino, para ahondar en la España de varias pistas que ya se amasó con la gestión de Raquel Sánchez en Transportes, cuando se avanzó con 700 millones de euros para integrar el ferrocarril en Montcada y Barcelona y se mantuvo el veto a cerrar la brecha del gueto en el alfoz y el cordón periurbano de León.
La nueva doctrina sobre el soterramiento de vías ya forma parte esencial en los sermones del ministro de Transportes, Óscar Puente , que esgrime razone de rentabilidad a la hora de determinar dónde invierte el Gobierno y dónde no para quitar traviesas y raíles de la vida cotidiana de los ciudadanos. «Hay protocolos de soterramiento en España por un importe de 28.000 millones de euros; Adif tiene una deuda de 17.000 millones. ¿De verdad, alguien cree que es posible llevar a cabo estos proyectos? se preguntó el ministro socialista castellano en una intervención reciente en un foro de debate en Madrid. Los números rojos en Adif no tendrán incidencia en algunos puntos en los que el Gobierno no piensa renunciar a mejorar la vida de las áreas habitadas mediante esa solución urbanística que supone las vías abajo y la ciudad arriba.
Otra versión
En esa encrucijada se encuentra la plataforma ciudadana de Trobajo que defiende de forma activa desde hace más de tres años que la circulación ferroviaria deje de condicionar el desarrollo de la localidad, a la vez que genera un gueto que parte en dos el futuro de este núcleo, que pasa por ser el segundo con más población del área periurbana de la capital leonesa.
La posición del Gobierno socialista en materia de soterramientos contrasta con el impulso político que la actuación en las vías de Trobajo ha inspirado en diversas instituciones leonesas, entre ellas la Diputación de León, que llegó a aprobar con los votos del mismo PSOE una moción para instar al ejecutivo central a abandonar esa cerrazón que muestra cada vez que León le ha implorado deshacer la vías en superficie en la salina norte de la ciudad.
Otro caso Montcada
Puente es uno de los próximos objetivos que la plataforma por el soterramiento del tren en Trobajo del Camino tiene en su agenda de actuaciones a corto y medio plazo; un encuentro con el ministro de Transportes de Valladolid, para explicarle de qué se trata la reivindicación leonesa con el muro insoportable de las vías del tren en medio del cauce urbano, entre puentes y pasarelas ilegales, y una manifestación en la capital de España, con el fin de hacer visible la presión que la negativa del Gobierno ocasiona en la localidad leonesa.
La plataforma vecinal por el soterramiento de Trobajo vuelve sobre el curso de los hitos administrativos y políticos que se acumularon en el tiempo en el que se alentó una intervención urbanística que luego pasto de las promesas incumplidas y del olvido. Trobajo tuvo tan cerca el soterramiento como se detalló en el estudio informativo, promovido desde el Gobierno. Igual que sucedió con el tramo más próximo a la estación de León, en un proceso de más de diez años que se aligeró con un fondo de saco hasta que se reanudó el contacto con la salida norte a través de la estación pasante, el tramo por el que ahora pelea Trobajo del Camino se quedó disuelto por una decisión política que puso a los recortes por delante de los intereses ciudadanos. Casi es el mismo fondo del mensaje que transmite otra vez el ministerio de la obra pública para descartar de forma genérica cualquier aspiración al soterramiento. El soterramiento de las vías será la excepción. La excepción en Bilbao, como prometió el PNV; en Trobajo, la salvedad se lee en mitad del curso del ferrocarril, que no merece la inversión del Gobierno de España.