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La Junta aprobará una Ley de Protección del Camino, creará una marca y aumentará los servicios

El Plan Director persigue ampliar las competencias del comisionado y crear ‘casas del peregrino’ en poblaciones mayores de mil habitantes, en una Comunidad por la que pasan 4.250 personas al día hacia Santiago

Peregrinos en Hospital de Órbigo. DL

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ICAL

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La Junta de Castilla y León aprobará una Ley de Protección del Camino, creará una marca vinculada a la ruta y aumentará los servicios en aquellos municipios que puedan verse beneficiados por el aumento estacional de peregrinos. Así lo establece el Plan Director del Camino de Santiago Francés a su paso por la Comunidad, presentado este miércoles por el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Juan García-Gallardo, en el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur).

El documento, elaborado tras hablar con el sector, se desgrana en seis objetivos estratégicos, que contemplan la seguridad en torno a la ruta, la consolidación y puesta en marcha de servicios para el peregrino, la sostenibilidad, la espiritualidad, la creatividad y la accesibilidad. El Plan estima una media de 250 caminantes diarios y 17 etapas en recorrer el Camino a su paso por la Comunidad, lo que cifra en unos 4.250 peregrinos de media cada día en el territorio distribuidos a lo largo del Camino, el cual afecta a tres provincias, con 87 municipios y 109 localidades de Burgos, Palencia y León, 34 municipios.

El plan, al que tuvo acceso Ical, propone la creación de una página web oficial en la que se publique todo el contenido informativo que interese a la comunidad peregrina. Otras de las medidas que contempla el documento es la ampliación de las competencias de la Comisión de los Caminos a Santiago por Castilla y León y de su comisionado, al que se pretende atribuir “competencias ejecutivas y que impliquen ejercicio de autoridad”.

El Plan considera “imprescindible” revisar la actual delimitación oficial con el fin de determinar un “único Camino de Santiago Francés y algunos recorridos alternativos que atiendan a criterios funcionales perfectamente identificados y con la definición de ámbitos de protección adecuados a cada tipo de itinerario”.

Igualmente, propone impulsar los Albergues de Acogida Tradicional, ya que son, califica, “las viviendas de los peregrinos”. Una de las novedades será la creación de las ‘casas del peregrino’ en localidades de más de 1.000 habitantes, para el colectivo “se integre” con la población local. Se acometería en un edificio rehabilitado y contemplaría espacios musicales, presentación de fotografías del Camino, cursos de comida tradicional, comedor comunitario, práctica de idiomas, intercambio de libros, presentación de exposiciones relacionadas con el arte en la ruta, punto de encuentro para la organización de visitas culturales, fiestas locales y otras vinculadas a la recolección de frutos de los huertos comunitarios, por ejemplo el magosto.

Señalización

En materia de señalética, el plan plantea un nuevo ‘Manual de señalización del Camino’, que sea “homogéneo, integrado y de mínimo impacto, con una escala adecuada al peregrino”. Incluirá un diagnóstico de la situación actual, la selección y jerarquización de los elementos a señalizar, “incluyendo la división del itinerario por municipios y la clasificación de los tramos en urbanos, rurales y rústicos, la determinación de los itinerarios, la localización de los puntos de decisión, la elaboración de documentación gráfica de toda la señalización a escala adecuada y la definición y ordenación de cada panel informativo”.

Además, se prohíbe la publicidad en suelo rústico en el ámbito del Camino, con sanciones que podrían ir desde los 750 a 3.000 euros.

Camino Sostenible

El Plan contempla la aprobación de una Ley de Protección del Camino” como una legislación sectorial propia y que establezca su régimen jurídico. La norma podrá definir aspectos como la definición, delimitación y usos, competencia, caracterización, tipología, preferencia peatonal, limitaciones a la propiedad, criterios de urbanización, condiciones de publicidad que prohíba en suelo rústico y organice y limite en suelo urbano, potestades administrativas, clasificación deslinde y amojonamiento, ocupaciones temporales y aprovechamientos sobrantes, desafectación y modificación del trazado y expropiación, régimen disciplinario y sancionador, entre otros.

La Ley establecerá la prioridad de circulación peatonal frente a cualquier otro tipo de transporte sobre el Camino, “con excepción de las grandes infraestructuras”. De esta forma, el peregrino “tendrá prioridad de circulación sobre el transporte agrícola o deportivo o esporádico que pueda recorrer el Camino” y se instalará una señalización específica al respecto. “En definitiva, una Ley que dignifique y diferencie el Camino de otros rurales y otros itinerarios peatonales”.

El documento, igualmente, incluye un Plan de digitalización “sobre el terreno”, que consistirá en la digitalización por puntos de todos los tramos del Camino, “permitiendo hacer una foto fija de su estado a día hoy”. Este documento permitirá disponer de información fidedigna del estado actual y podrá acompañar a los instrumentos de ordenación del territorio y planificación urbanística que se desarrollen.

Protección del Patrimonio

Uno de los valores más significativos del Camino de Santiago Francés es el “extraordinario patrimonio histórico y cultural que le acompaña a lo largo de todo su recorrido”. Entre las medidas más llamativas, dentro del área de regeneración urbana, se desarrollará un programa de recuperación de vivienda tradicional subvencionado, donde se valorará especialmente aquellas que se encuentren protegidas.

Los instrumentos de ordenación urbanística recogerán un catálogo completo y actualizado de todos los bienes merecedores de catalogación por su especial interés histórico y cultural, estableciendo una normativa específica para los mismos. Dentro del Camino de Santiago Francés en Castilla y León existen un total de 73 bienes de interés cultural (BIC), 25 en la provincia de Burgos, ocho en Palencia y 40 en León.

Protección ambiental

Redactar un plan de protección contra el ruido forma parte de otros de los ejes del Plan, con el fin de analizar los puntos conflictivos y plantear medidas correctoras adecuadas, como una estrategia de actuación y mejora, que serán, en la medida de lo posible “soluciones naturalizadas”, tales como pantallas vegetales acústicas. También taludes, mejora de asfaltos de carretera o desvíos.

El texto plantea implementar un Plan de incentivo de Agricultura y Ganadería Tradicionales, otro de arbolado, una plan de gestión de estiércoles que “proteja los terrenos situados en el entorno del Camino de Santiago para el vertido de purines”; y otro de residuos que garantice la “correcta gestión de los mismos”. En este punto, será necesario establecer brigadas municipales que se encarguen de la limpieza del Camino, especialmente cuando los itinerarios discurren junto a tramos de carreteras, que “suelen ser los que están más sucios y descuidados”.

Por otro lado, el documento considera que las localidades por las que pasa el Camino tienen una población estacional especialmente alta debido al incremento poblacional que supone el paso constante de peregrinos. Al respecto, se propone que a los efectos del dimensionado de infraestructuras, como son las de abastecimiento de agua, saneamiento, energía eléctrica, telecomunicaciones, transporte y comunicaciones, “pueda añadirse el cálculo de población de la media de peregrinos anuales que pasan por la localidad” para incrementar los servicios de estas localidades”.

También se prevé la aprobación de una Ley de Paisaje de la Comunidad Autónoma, que recoja la cada vez “más reconocida relevancia social y ambiental del paisaje, en tanto que incide directa e indirectamente en aspectos como el medio ambiente, la calidad de vida o la identidad territorial”; y fomentar la biodiversidad, mediante la promoción de pequeños comederos y nidos para aves e insectos, zonas húmedas junto a fuentes, fomentando la nidificación de pequeñas aves y murciélagos, etc.

Criterios de ordenación territorial

Con el criterio de una ordenación territorial en torno a la ruta jacobea, el Plan propone también la redacción de unas ‘Directrices de Ordenación del Camino de Santiago Francés a su paso por la Comunidad’, como instrumento ordinario que “optimice sus aptitudes para el desarrollo sostenible y el establecimiento de mecanismos de coordinación entre los planes y programas con incidencia territorial”. En este sentido, apela a que sería “conveniente” redactar unas normas urbanísticas de coordinación del conjunto del Camino en Castilla y León.

También, apunta que todos los ayuntamientos en la ruta deberían de contar con un instrumento de ordenación general propio. Así, recuerda que de los 87 municipios por los que pasa el Camino Francés, 39 tienen más de 500 habitantes, de los cuales todavía quedan tres sin un instrumento de ordenación general aprobado a fecha de 2024. Si no se hace esa distinción por población, existen 31 municipios sin planeamiento general aprobado, lo que supone que más del 35 por ciento de los incluidos en el Camino de Santiago no cuentan con un instrumento de planeamiento general aprobado.

También apela a que el cien por cien de los consistorios cuenten con un Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PEPCH) o figura equivalente, algo que solo tiene el 26 por ciento de los 87 municipios.

Por último, en este capítulo el Plan Director establece que el Camino debe considerarse como una “comunidad en movimiento” sobre la que se deberían implementar medidas sociales, ambientales y económicas “dentro de una estrategia administrativa global y unitaria”. Por ello, insta a la declaración de la ruta jacobea como un Área de Regeneración del Camino por la Administración regional, equivalente a las ARUs de la legislación urbanística autonómica, pero con la “singularidad del Camino como principal argumento”.

Un Camino seguro

En materia de seguridad, incluye la adecuación de los efectivos de los Cuerpos de Seguridad destinados al Camino de Santiago a sus especiales peculiaridades y recomienda que cumplan el principio de paridad y atiendan con efectivos de ambos sexos, “con el objetivo de poder atender adecuadamente a los peregrinos que lo necesiten en función de su género”. Igualmente, se recomienda que, al menos uno “hable correctamente inglés para facilitar la comunicación con los extranjeros y que tengan formación especial en atención a personas con discapacidad”.

La medida “más importante”, según el Plan, es mejorar las interferencias entre el Camino y otras infraestructuras territoriales, como autovías, carreteras nacionales, ferrocarril, etc, las cuales están “deficientemente señalizadas y suponen un verdadero peligro para el viandante”.

Así, el documento expone que a lo largo de todo el recorrido se repite la figura de los “andaderos”, entendidos como los tramos que discurren junto a la plataforma de carretera y suponen una “alta peligrosidad y una baja calidad ambiental”. En este sentido, en las vías con Intensidad Media Diaria (IMD) de tráfico superior a los 250 vehículos se propone “el cambio de trazado por otro más alejado de la vía de comunicación”. En las de menor densidad, se “optará preferiblemente por mantener un itinerario sobre senda natural peatonal paralela a la carretera con una plataforma con una anchura suficiente al tráfico peatonal suficiente, y no inferior a 1,2 metros”.

Por otro lado, se implementará un “teléfono del peregrino” con atención mínima en español e inglés de información relevante en el Camino y se pondrán en marcha sistemas de información con indicaciones de información relevante en materia de seguridad y prevención. Igualmente, se utilizará una unidad móvil en las localidades de más de 5.000 habitantes para reconocimientos médicos y pruebas diagnósticas destinada principalmente al Camino de Santiago y se desarrollará un programa sanitario que incluya información actualizada de posición y horarios de las farmacias locales.

Ante todo, espiritualidad

El Plan Director determina que la singularidad del Camino es la espiritualidad. Por ello, además de crear ‘casas del peregrino’ se lanzará un programa de “prácticas universitarias curriculares” en las universidades de Burgos, León y Valladolid (Campus de Palencia) para organizar grupos de voluntarios que desarrollen proyectos de intercambio cultural con los peregrinos. También, con centros educativos de las localidades por las que pasa el Camino para fomentar el “intercambio entre el alumnado y los peregrinos con actividades preparadas específicamente para ello”; huertos comunitarios en el que se habilitan espacios de fruta y verduras.

Los albergues de Acogida Tradicional “deberían de contar” con un comedor comunitario en el que los peregrinos “puedan cocinarse sus propios alimentos y especialmente comer juntos en un ambiente de fraternidad”.

Uno de los temas recurrentes en las encuestas con los peregrinos, de las que emana el Plan Director, es la alimentación. “Los menús disponibles no son especialmente adecuados para el esfuerzo diario, no son lo suficientemente variados y, sobre todo, no ofrecen una atención especial a personas con problemas de alergias alimentarias o personas con convicciones alimentarias especiales”, comenta el documento, que explica que demandan más fruta y verdura fresca en los menús del Camino. Con ello, se proponen una serie de medidas vinculadas al programa alimentario. Se organizará un “menú del peregrino” en el que participarán los cocineros de los restaurantes que estén vinculados al Camino de Santiago o los vecinos de los pueblos de forma organizada por las asociaciones. Igualmente, el menú hará especial hincapié en el desayuno del peregrino y en todos los pueblos del Camino se incentivará la creación de un servicio de cocina casera.

Un Camino creativo y de comercio

Para concluir, el Plan considera que la cultura debe ser uno de los principales ejes estratégicos que den forma al Camino de Santiago y “permita su desarrollo futuro”. En este punto, propone la creación de una programación cultural anual a lo largo del Camino y una “bienal de arte efímero”. También la recuperación de la memoria, que indique “aquellos puntos relevantes para la memoria histórica y que afecten al Camino”.

La Junta deberá contratar la creación de una ‘Marca Camino’, entendida como un “sistema de marketing social, por la que se crea una identidad visual y conceptual que la distingue y ayuda a posicionarse tanto interna como externamente”. “Una marca que ayude a conectar con las diferentes personas y entidades que conforman el Camino. Se acompañará de una identidad corporativa completa que afectará a todos los procesos vinculados con el Camino de Santiago”, profundiza.

Además, se implantará un sello de calidad del Camino como “excelencia que valore a las asociaciones y administraciones que velan por la ruta” y se concederán premios concretos por buenas prácticas.

Llama la atención el programa ‘Un bar en el Camino”, por el que todas las localidades de menos de 500 habitantes por las que pasa el Camino “deberían de disponer de un bar como punto de encuentro”. Es más, aquellos pueblos que “no dispongan de este establecimiento contarán con subvenciones públicas su mantenimiento”. El bar podrá estar acompañado de una tienda a similitud de los antiguos “coloniales, colmados o ultramarinos”.