El Hospital solventa la falta de ropa de cama y uniformes con 19.000 prendas
SAE ve atendida tras un año su reivindicación sobre el mal estado y la escasez de vestuario
Arrugados, mojados y hasta manchados encuentra la plantilla del Hospital los denominados ‘pijamas’. DL
El Hospital de León quiere solucionar la escasez de uniformes y de ropa de cama que han sufrido los profesionales y los pacientes con un pedido de 19.000 prendas, según confirmó ayer el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), que reivindicaba medidas desde hace un año por la falta de reposición de la denominada lencería y por el «mal estado» en que encontraban la ropa de trabajo cuando los sanitarios se incorporaban al turno.
El gerente del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), Alfonso Rodríguez-Hevia , expresó a SAE que «se han retirado un total de 5.700 prendas deterioradas y se han sacado del almacén 7.900 entre casacas, pantalones y batas». Pendientes de recibir las 19.000 piezas nuevas, estas se guardarán en los almacenes y se utilizarán para la reposición «escalonada de aquellas prendas que por deterioro u obsolescencia haya que dar de baja».
La secretaria provincial del sindicato, María Pilar Castro Velado, indica que «todas las incidencias se han comunicado al servicio de Contratación de la Gerencia Regional de Salud, que es el encargado de la tramitación y adjudicación de este procedimiento a fin de que se adopten las medidas que se consideren pertinentes para subsanar las deficiencias ». También señala que «se están adoptando todas las medidas de control y seguimiento existentes a nuestro alcance y, se seguirán adoptando, hasta que se resuelva esta situación».
Castro confía en que estas medidas se apliquen lo antes posibles ante la situación denunciada por el sindicato. Y matiza que «no es cuestión menor esta escasez de ropa manera, ya que provocaba que al comienzo del turno de tarde, del de noche o en fines de semana y festivos no hubiera disponibilidad de uniformes blancos».
Esta escasez llevó a situaciones «absurdas como el préstamo de uniformes entre los trabajadores, llevar un tallaje inadecuado e incluso como no se ajustan las tallas utilizar esparadrapo para poder cerrar los botones». Opinae que la imagen que se ofrece al usuario cuando se presta atención sanitaria «vestido de esta guisa es pésima». Cree que cuidar las condiciones laborales de los profesionales es preciso e incluyen «ofrecer atención sanitaria con la uniformidad oportuna y adecuada».
El gasto en lencería y vestuario se incluye en el mismo epígrafe que el material de oficina, los alimentos y tributos, y asciende a 8,2 millones al año. El Hospital desembolsa, además en la factura energética, que incluye la calefacción, la limpieza, la seguridad, la conservación y las reparaciones, otros 22,3 millones de gastos de estructura. La farmacia hospitalaria y los hemoderivados constituyeron el gasto más abultado, de casi 70 millones.