El Gobierno se da dos años para decidir qué hace con el ferrocarril Ruta de la Plata

Corredor Oeste arde tras las palabras del ministro de Transportes , que pone el deterioro de la vieja vía de la Ruta de la Plata como disculpa para alejar su recuperación . La estrategia de vincular la traza ferroviaria del poniente peninsular liquidada por el gobierno del PSOE hace 40 años con una vía verde se observa ya desde la plataforma que persigue la recuperación del tren como un intento de desnaturalizar las reivindicaciones, además de falsear la realidad. El mensaje se repitió hasta la saciedad en las dos últimas semanas, ante de la movilización de enero, durante la movilización de enero y para apagar los rescoldos de la movilización de enero. «No es una caja vacía», reiteran portavoz de Corredor Oeste contra la versión del Ministro de Transportes y varios cauces de comunicación que enfatizan que el lugar por donde pasaba el tren es una senda para rumiantes y ciclistas. «Aquí, el trazado está disponible al 80% entre Plasencia y Astorga», que es la parte más sensible y crítica para esta acometida pendiente. «Puente miente y desvela que el estudio de viabilidad es la excusa perfecta para falsificar la realidad y justificar el cierre, o la marginación del oeste, de tal forma que así nos niegan recuperar el tren que en sí día nos robaron».

Con esta réplica, desde la plataforma de Corredor Oeste se opone un argumento a la idea que traslada el Gobierno, y replican sus antenas de comunicación, para hacer creer que la caja de la Ruta de la Plata está vacía. «Aquí no hay que partir de cero, sólo sería preciso actuar básicamente en la renovación de estructura, traviesas, vías y electrificación», exponen de forma gráfica en Corredor Oeste, al añadir este repertorio de inconvenientes que expone el Gobierno contra el flanco oeste español a los condicionantes del estudio de viabilidad contratado por casi un millón de euros en el que se especifica la necesidad de justificar costes y rentabilidad en las alternativas.

Como en otras balanzas inclinadas en materia de estructuras, Corredor Oeste recurre a actuaciones impulsada en el Corredor Mediterráneo para desmontar la táctica «desinformativa» del Gobierno con la vía Plasencia-Astorga. Ahí están los documentos de Adif que certifica la actuación entre Almería y Murcia, en un trazado en el que se partió de cero, y que allí no fue condición de peso para desarmar la actuación. El tramo Almería-Murcia pertenece al corredor Mediterráneo, donde se compite con autopistas ferroviarias gracias a  inversiones millonarias en las que no se aplica ningún tipo de reparo por cuestiones de rentabilidad. Otro capítulo del cero a cien del desprecio al oeste , de León a Extremadura, mientras el tren en el balcón mediterráneo avanza sobre una plataforma futurista. El tramo que se distingue como Corredor Mediterráneo ha recibido más de 200 millones en el ejercicio precio, que se suman al balance global de más de seis mil millones de euros, que actualizó en la última comparecencia el ministro de Transportes.

A esta orilla del desencanto del oeste, comienza a saltar con fuerza una nueva posición del Gobierno ante la Ruta de la Plata, que intermedia entre la de lanzar la recuperación más allá de 2050 o, como reivindica la plataforma Corredor Oeste, llevarla al mapa de red básica extendida con el fin de que se haga realidad el acuerdo del Parlamento Europeo, que urge a la recuperación de la traza; la tercera vía es dejarlo todo como está, que supone enterrar una vía que mataron en 1985.

Más de 15.000 manifestantes non han logrado doblar la voluntad del Gobierno con la Ruta de la Plata, encorsetada entre un sinfín de recursos y referencias técnicas que suponen cortapisas para ese objetivo de actuar con urgencia en una estructura abandonada a su suerte desde 1985.

Entre ellas, resuena esa condición del expediente de viabilidad sobre «un estudio de la demanda y un análisis coste-beneficio, todo ello como ayuda a la toma de decisiones sobre la ejecución de la actuación desde el punto de vista socioeconómico». Corredor Oeste no tiene mucho que rebuscar para ofrecer un ejemplo que desmonta la excusa; lo encuentra en la red de alta velocidad, que temporalmente es recurso informativo por el ejemplo de fracaso de rentabilidad y pérdidas de uno de los esfuerzos inversores más cuantiosos a los que ha hecho frente el Gobierno de España.